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El cambio en los barrios: “Falta el plato de comida”

Gabriel Báez se unió a Barrios de Pie tras quedarse sin trabajo en plena crisis de 2001. Hoy nota un panorama similar. “En dos años se duplicaron los inscriptos a las copas de leche”, advirtió el dirigente social.

En diciembre de 2001, en pleno estallido social que terminó con la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, Gabriel Báez se quedó sin empleo luego de trabajar durante 15 años como mozo. Tenía una hija y su esposa estaba embarazada. Nunca había participado en política y tampoco quería hacerlo pero la necesidad lo llevó a integrarse a Barrios de Pie, organización de la cual actualmente es referente. Con 16 años recorriendo los barrios de la ciudad, hoy advierte una situación similar a la que le tocó padecer en aquella crisis.

Su organización está presente en 34 barrios de Rosario. En diálogo con El Ciudadano, el ex precandidato a concejal del Frente Progresista dijo que en los últimos dos años se duplicaron los inscriptos a las copas de leche y la construcción de comedores es la principal demanda.

La caída del poder adquisitivo del salario de los trabajadores registrados eliminó la changa. Arreglar la casa o tener una persona que se encargue de la limpieza del hogar pasaron a ser lujos para los asalariados. El impacto en los sectores más humildes es muy fuerte. Crece la pobreza y la indigencia. “Antes las familias sólo venían a las copas de leche, hoy nos están pidiendo que hagamos más comedores. Falta el plato de comida y aumenta la cantidad de chicos mal alimentados”, describió Báez, quien también es subdirector de Clubes de la subsecretaría de Deportes de la Municipalidad de Rosario.

Barrios de Pie recibe ayuda de la municipalidad, la provincia y la Nación para realizar su labor solidaria. Con el crecimiento de la demanda, ese aporte no alcanza y son los mismos integrantes de la organización los que levantan los nuevos comedores con donaciones que realizan los vecinos.

Según Báez, quien también forma parte de Libres del Sur, Cambiemos aprovecha la desesperación de las familias en épocas de elecciones. “Hemos visto camiones repletos de mercadería con el voto de Cambiemos. No creemos que esté mal que ayuden a los que menos tienen, pero después de la campaña desaparecen. Es la forma que tienen de hacer política con los más humildes”, consideró.

La pobreza y los dos modelos

El 10 de diciembre de 2015 Mauricio Macri asumió la presidencia. Báez comparó la política económica del gobierno nacional con la de la década del 90. Pero notó una diferencia: “Cambiemos tiene una cobertura mediática mucho más grande que confunde a mucha gente que la está pasando mal y sin embargo los vota”.

La grieta entre Cambiemos y el kirchnerismo “les conviene a los dos”. Pese a que reconoció que son dos modelos distintos, el referente local de Barrios de Pie no cree que los 12 años kirchneristas hayan sido para tirar manteca al techo. “Es verdad que se redujo la pobreza, pero también en cierto que peor que en 2001 no se podía estar”, analizó el ex precandidato a concejal de Rosario. Y agregó: “Hubo políticas económicas que beneficiaron al crecimiento. El consumo interno hizo que muchos salgan de la pobreza, pero no se profundizó la industrialización. El límite de ese modelo es ese 28% de pobreza que no pudieron bajar”.

Mutación del delito

La falta de perspectivas de futuro de los jóvenes los convierte en presa fácil de narcotraficantes. Llegan a cobrar altos sueldos y logran estatus. Como conocedor de los barrios, Báez señaló incluso que “entre los jóvenes es más popular el que vende droga que el que estudia”.

Cuando en un barrio caen los búnkeres, el delito muta. Ya corrompidos y sin la contención necesaria del Estado, los jóvenes que oficiaron de “soldaditos” se vuelcan al delito común. “Por eso la delincuencia en los barrios tiene momentos. Se modifica el delito según haya o no un narcotraficante que atraiga a los pibes”, relató Báez.

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