“No es una exigencia, ni siquiera quiero que lo vean como un reclamo. Es un pedido respetuoso. Y más que mío, es un pedido de una comunidad que es cada día más grande y que necesita de esta ayuda para seguir desarrollando su pasión”.
Santiago Muñiz es un surfista consagrado mundialmente, dos veces campeón mundial ISA (2011 y 2018), pero no habla pidiendo por él sino por los miles de surfistas que viven o llegan a Mar del Plata para dar rienda suelta a “esta locura llamada surf”. El atleta marplatense de 26 años se encontró este verano con una problemática que lleva años en MdP: está prohibido viajar con tablas de surf en los colectivos que transitan por la ciudad. Incluso los micros tienen pegado un cartel que lo deja claro. “Este verano, como en años anteriores, vine aquí para hacer la pretemporada antes de arrancar el circuito mundial y, como no tengo auto, quise tomar los micros de línea y todos los choferes me dijeron que no podía subir con las tablas. Me sorprendió. Y me apenó mucho. Por eso decidí visualizar el problema con un video y plantear la inquietud para ver si podemos tener una respuesta favorable de las empresas o la ayuda del municipio”, explica el rider estrella de Quiksilver Argentina que tiene residencia en Bombinhas (Brasil) pero permanentemente viaja a la Ciudad Feliz para entrenar o competir.
“Ese día había terminado mi rutina de gimnasio y me quise ir a entrenar a las playas del sur. El primer chofer me dijo que no se podía y me explicó por qué, el segundo casi me cierra la puerta en la cara y el tercero, directamente, como me vio solo en la parada, me hizo con el dedo que no, sin parar… Me sentí mal, muy raro, porque estamos hablando de la Capital del Surf, de una ciudad que tiene a dos campeones del mundo y a Fernando Aguerre, uno de los directivos más importantes del mundo. Y se trata de un deporte muy sano en todo sentido, que ha crecido mucho hasta el punto de haberse transformado en panamericano y olímpico (en Tokio 2020)”, cuenta quien justamente será el primer argentino en participar de un evento así, cuando compita desde el 26 de julio en los Panamericanos de Lima. Muñiz, además, agrega su experiencia en otros países. “En Brasil, Australia y Estados Unidos, el tema está reglamentado y se puede subir con tablas. En algunos casos van atrás, en racks con sogas para que no se muevan ni se caigan. O en otros, atrás de los micros, en portatablas. Nosotros no les decimos en cuántos micros podrían ir o dónde deberían ponerlas. Sólo les pedimos ayuda para desarrollar nuestro deporte…”, explica.
Hace cinco años hubo un grupo de surfistas marplatenses que comenzó con una movida en redes sociales para lograr que las empresas cambien la postura. Luego la Asociación de Surf Argentino envió una carta al Municipio marplatense pidiendo una Ordenanza Municipal que regule el transporte de tablas y, más tarde, ya en el 2015, la Defensoría del Pueblo de General Pueyrredón le recomendó a la Dirección General de Movilidad Urbana de la Secretaría de Gobierno que impulsara la implementación de unidades con dispositivos en la parte frontal de los ómnibus que permitieran el traslado de tablas y bicicletas. Pero todo quedó en la nada. “Yo me quiero sumar, pero no por mí, sino por toda la comunidad surfera que lo necesita. Hay muchos chicos que no tienen dinero para el taxi y menos un auto… Esto, si lo logramos, sería una gran motivación para todos y una forma de consolidar aún más a la ciudad como Capital del Surf”, reza Muñiz.
Santi, quien en el 2018 terminó en el puesto 86° en el ránking del circuito mundial QS, decidió comprometerse y armó, con amigos, un video para visualizar el tema. “Me gustaría que se sumen todos desde el hashtag #SubamosLaTabla, obviamente los surfistas y todos los que aman el deporte, para que las personas que toman decisiones nos den una mano. Creo que con un poco de buena voluntad de las partes se puede cambiar esta realidad injusta. No sólo para los surfistas sino también para la ciudad, que tiene una virtud hermosa, el mar”, resalta quien en septiembre pasado, en Japón, se consagró nuevamente como campeón mundial (como en el 2011 en Panamá). Ahora, fuera del agua, quiere volver a ganar un torneo fundamental. Pero en este caso espera no estar solo y que el resto de los surfistas (y la gente) lo acompañe en esta cruzada.