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El campo de entrenamiento de Los Pumas y de todos los equipos cuentan con lonas antiespionaje

World Rugby dispuso que todas las canchas de entrenamiento de Francia 2023 tuvieron un sistema de lonas antiespionaje y el Complexe Sportif des Salines que utilizan los argentinos en La Baule no fue la excepción. Hay antecedentes y los organizadores buscaron prevenir problemas durante el torneo

En las primeras visitas a las instalaciones del Complexe Sportif des Salines en La Baule, lugar donde Los Pumas realizan sus entrenamientos de campo, pasó desapercibido un aspecto curioso. El predio está rodeado por una importante arboleda, pero hay lugares con claros en los que la organización del Mundial hizo tapar por lonas con una estructura de madera anti espionaje. Mejor prevenir que curar, y desde World Rugby, aunque muchos detalles en cuanto al estándar de calidad de la organización no fueron atendidos, este tipo de cosas sí, y con mucha firmeza.

Para evitar curiosos en las inmediaciones del Complexe Sportif des Salines, lugar donde entrenan Los Pumas, los organizadores del Mundial construyeron estructuras de madera con lonas para evitar en primer lugar que el seleccionado argentino sea víctima de espionaje, o de curiosos que filmen los entrenamientos.

Según contactos locales de La Baule, le comentaron a El Hincha lo siguiente: “World Rugby pidió en un principio que los campos de entrenamiento estuvieran ‘ocultos’ a cualquier vista externa. Lo mismo se aplica a las piscinas, que no deben ser visibles desde el interior si los jugadores están en ellas”.

En Argentina tenemos el recuerdo de las lonas verdes que hizo instalar Daniel Passarella en la concentración de la selección argentina en Saint-Etienne durante el Mundial de Francia 1998. En ese momento se produjo una gran polémica, más allá de los posibles espionajes que podrían realizar los rivales de Argentina, el DT se escondía de la prensa albiceleste en tierras galas.

En el Mundial 2011 en Nueva Zelanda también Los Pumas tuvieron lonas antiespionaje.

En Japón 2019 en la previa de la semifinal entre Inglaterra y Nueva Zelanda, el por entonces head coach de la Rosa, Eddie Jones acusó a los All Blacks de haber espiado desde un edificio cercano al predio en el que entrenaban los ingleses, personas sin poder reconocer, fueron vistas filmando la sesión de entrenamiento. Y luego de ese incidente, el australiano confesó que tenía por costumbre espiar y filmar a sus rivales pero que dejó de realizar esa práctica poco ética en 2001.

Otro hecho que sacudió al mundo del rugby, sucedió en 2010 cuando un fotógrafo de la agencia internacional Getty Images desde una distancia considerable y sin permiso para hacerlo fotografía la hoja de jugadas de los All Blacks que sostenía Graham Henry, head coach de Nueva Zelanda.

Días antes de un test por la Bledisloe Cup entre los kiwis y Australia, el caso se llamó “All Blacks’ notes leak”.

Note leaks. El papel de Graham Henry, fotografiado por getty images.

“Entiendo que fue un fotógrafo neozelandés, así que lo encuentro divertido”, declaró en su momento el neocelandes Robbie Deans, head coach de los Wallabies.

En tanto, entrenador asistente de los All Blacks, Steve Hansen (que en 2015 fue campeón del Mundo), dijo en 2010 que la publicación de la fotografía había roto la confianza entre el equipo y los medios.

Para evitar cualquier tipo de problemas o de acusaciones, World Rugby decidió que todos los campos de entrenamiento sean a prueba de espionaje; aunque la tecnología avanza y los drones o desde una posición con buen alcance se puede hacer todo tipo de grabaciones. Lo que está comprobado es que espiar no asegura la victoria, sino pregúntenle a los All Blacks como les fue en 2019 con Inglaterra.

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