La vida futbolística de Rosario Central se divide en dos. Por un lado el discreto torneo local que viene haciendo y por el otro la ilusión de la Copa Argentina. El equipo de Eduardo Coudet tiene réditos en la competencia que lo tuvo como finalista en las pasadas dos ediciones; mientras que no encuentra resultados en el campeonato. El presente es preocupante en el torneo de de la Independencia e ilusiona en la Copa.
¿Por qué Central tiene un presente diferente en las dos competencias? Esto no es nuevo. Basta con recordar el semestre pasado donde llegó hasta cuartos de final de la Libertadores y terminó a mitad de tabla en el torneo.
Lo cierto es que también influye y mucho la decisión del cuerpo técnico. El año pasado puso la mira en la Copa y se bajó del torneo a pocos de final, y el semestre anterior ocurrió lo mismo. Y esta segunda parte del año no es la excepción: ante Huracán, previo a jugar con Boca jugó sólo con tres titulares que estuvieron días más tarde en el Mario Alberto Kempes (Sebastián Sosa, Marco Torsiglieri y Germán Herrera).
Las decisiones del entrenador marcan también el presente dispar en las dos competencias.
En el torneo local
Central se ubica en la 18ª posición en la tabla general. El Canalla tiene solamente 10 puntos, producto de dos victorias, cuatro empates y tres caídas.
El equipo del Chacho venció a Patronato y Arsenal. Igualó ante Defensa y Justicia, Atlético Rafaela, Huracán e Independiente. Y perdió con: Vélez, Estudiantes y Newell’s.
Los próximos rivales en lo que queda del año serán: Boca (visitante), Olimpo (local), Unión (visitante), Lanús (local) y Belgrano (visitante).
En la Copa Argentina
Central está en la semifinal del torneo por tercer año consecutivo. El próximo 23 o 30 estará jugando la clasificación a la final frente a Belgrano. El Canalla dejó en el camino a Villa Mitre, Deportivo Morón, Atlético de Rafaela y Boca. Es el gran objetivo que tiene por delante el club en lo que queda del año; ya que no solamente marcaría la coronación después de mucho tiempo, sino que además le permitiría jugar la Libertadores 2017. También podría clasificarse a este torneo si San Lorenzo sale campeón de la Sudamericana y define la Copa Argentina con el Canalla; pero claro está que Central quiere acceder a la Libertadores siendo campeón.
Recuperar a Musto
La rehabilitación de Damián Musto es el gran objetivo que tiene por delante el cuerpo médico de Central. El volante, quien se lesionó luego del partido con Arsenal, está recuperándose de la distensión de ligamento lateral interno. Y si bien aún no se puede asegurar su presencia de cara al duelo con Belgrano por la semifinal de la Copa Argentina, viene cumpliendo con los plazos establecidos. Vale recordar que la lesión demanda, como mínimo, seis semanas. Claro que si el encuentro se juega finalmente el 30 el casildense no tendría problemas en estar.
Por otro lado, hoy el plantel volverá a entrenar luego del empate del fin de semana. Los jugadores fueron citados para esta mañana en el predio de Arroyo Seco.
Cefaratti tuvo que declarar por “las bolillas”
El vicepresidente primero de Central, Luciano Cefaratti, fue a prestar declaración ayer al tribunal de disciplina de la AFA. El directivo tuvo que dar explicaciones luego de tomar las bolillas momentos antes de sortear el árbitro del encuentro del pasado miércoles por Copa Argentina. Mañana el tribunal dará su veredicto.
Exhortado a cambiar (Por Enrique Genovar)
“La idea no se negocia”. Esta frase es la que repite Eduardo Coudet cada vez que habla con la prensa. Y si bien esto no está en discusión, lo que sí es para achacarle es la forma en la cual Central hoy está llevando a cabo esa idea. Por este motivo el presente en el torneo local exhorta al entrenador a cambiar.
¿Cambiar qué? La principal variante tiene que darse cuando el equipo sale jugando desde abajo. Es que los actuales zagueros centrales no tienen buen pie, algo que comparten con el arquero Sebastián Sosa.
Y, ¿antes como era? Con la presencia de Javier Pinola, Alejandro Donatti y Pablo Álvarez (cuando jugaba en el centro de la defensa) Central tenía buen pie como para salir jugando y así desde el inicio de la jugada la misma comenzaba de buena manera, tal como quería el entrenador.
Pero hoy las características de los hombres de abajo son distintas y por eso la mayoría de las veces las jugadas que el equipo inicia desde el fondo no llegan a profundizarse más arriba.
Nadie le pide a Coudet que su equipo comience a tirar pelotazos y que los mismos se transformen en un sistema de juego. Pero sí debe articular otra manera para iniciar las jugadas. ¿Comenzará a salir jugando mucho más con los laterales? ¿Martínez deberá bajar mucho más de lo que lo hace habitualmente para buscar la pelota? La respuesta la tiene el entrenador, pero lo que sí está claro es que Central debe cambiar y cambiar es de inteligente…