Lo ganó en las dos áreas. Central logró un triunfazo ante Racing. Sigue firme en la lucha por salir de gira afuera de las fronteras el año que viene y terminó la semana con siete puntos de cosecha sobre nueve posibles. Una victoria sufrida, pero victoria al fin. Un partido que tuvo a Broun como gran figura, quien se atajó todo y sostuvo el triunfo con una respuesta bárbara a instantes del final; y a un Ruben goleador que en el arco de enfrente no perdonó.
Un partido vibrante de principio a fin. Un encuentro que el Canalla lo jugó de menor a mayor. Un trámite que lo encontró perdido en la primera parte y protagonista en el complemento.
Central terminó así una gran semana. Un derrotero de tres partidos que comenzó con el triunfo agónico ante Patronato, que continuó con el empate en Vicente López, sin jugar bien, y que culminó con el gran triunfo ante Racing.
En la primera parte nunca le pudo encontrar la vuelta al partido que propuso el debutante Fernando Gago. Es que el técnico de la visita planteó un 4-3-3 y fue superior en todo el primer tiempo. Central no pudo hacer nada por los costados ni con los laterales rivales y mucho menos con los extremos de Racing. Infantino y Lo Celso estuvieron perdidos en la cancha. Cada ataque de los de Avellaneda fueron mano a mano con Martínez y Blanco, respectivamente.
Más allá de esto, el equipo del Kily falló también en la generación de fútbol. Vecchio apareció a cuenta gotas y su categoría solamente se vio en los lanzamientos de pelota detenida, pero con la pelota en movimiento lo del diez fue flojo. Claro que tampoco contó con socios y esto hizo que Central no llevara peligro al arco del chileno Arias, más allá de los tres remates de Lo Celso que todos ellos terminaron en la cabecera de Regatas.
El cuerpo técnico se dio cuenta rápidamente de la superioridad del rival y el entrenador mandó a calentar a Fosa Ferreyra y Sangiovani, apenas pasado el primer cuarto de hora. Sin embargo, los minutos se fueron consumiendo y no hubo variantes; tampoco para iniciar el segundo tiempo. Más allá de esto el Canalla salió con otra fisonomía a jugar el complemento e intentó poner condiciones desde el vamos.
Antes de los 5 se dio una situación particular: Vecchio sintió una molestia y a pesar de eso le hizo señas al Kily que estaba bien; inmediatamente el DT llamó a Covea y el capitán gesticuló una y otra vez, estaba claro que no quería salir. El entrenador, haciendo valer su autoridad, mandó a la cancha al venezolano y cuando se retiró el diez ni siquiera lo saludó al Kily y les recriminó su salida a los colaboradores del técnico.
Segundos más tarde llegó el derechazo de Infantino que se incrustó en el ángulo del chileno Arias. Golazo del pibe, de otro partido, ahí el juego pedía que Central manejase los tiempos talvez con el ingreso de un volante más de marca. Pero el canalla hizo caso omiso a lo que exigía el trámite del juego y lo pagó caro cuando el rival aprovechó el mismo déficit de siempre y, de cabeza, llegó a la igualdad.
Cuando el reloj marcaba que faltaban algo más de diez minutos para el final llegó el momento del 9. Ruben estaba para salir, había hecho señas al banco; pero llegó un córner y el goleador pidió que esperen, tenía algo más para dar. La pelota salió rápidamente del área y le quedó a Blanco que ejecutó de buena manera para que el goleador marcara el segundo y se ponga a uno de Kempes.
Cuando el partido se terminaba llegó una jugada que tuvo como protagonista a la figura del partido, Fatu Broun. El arquero se estiró a más no poder para sacarle el empate a Alcaraz y quedó tendido en piso tras chocar el palo con su cabeza; después de haber sido atendido recuperó la vertical y ahí se terminó el partido.
Gran victoria la del Canalla. Sumó siete puntos de nueve en una semana. Se puso seriamente en la lucha por la clasificación a las copas. Una victoria que lo pone al Kily mucho más cerca de la renovación, que engrandeció aún más la idolatría de Ruben y que le permitió a los hinchas disfrutar de un gran sábado a la noche.