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El Canalla volvió a sonreír al derrotar en el Gigante a Independiente para lograr tranquilidad

Una victoria necesaria y que seguramente hará soplar aires de paz para el futuro inmediato. Un triunfo que otorga crédito en la estadía del entrenador que por primera vez con él en el banco el equipo sumó de a tres y se reencontró con una alegría después de seis partidos

El hincha de Central se fue del Gigante con una sonrisa enorme. Pero cuando empezó a ver las redes sociales o escuchar la radio cuando terminó el partido se mostró sorprendido. El Canalla hizo un buen partido, venció 3-0 a Independiente (algo que necesitaba como el agua), pero Ruben anticipó un posible retiro cuando termine la Copa de la Liga Profesional. Una noticia, quizás inesperada, pero con cierto asidero.

Ante el Rojo Somoza sorprendió en la previa, no porque no debía hacer cambios, sino porque decidió excluir del once titular a dos que siempre venían jugando como Ojeda y Montoya. Los reemplazó por Yacob y Gamba, que lo puso de enganche.

El primer tiempo fue de momentos. Donde los dos equipos mostraron más sus debilidades que sus virtudes. Pero Central se fue al descanso arriba porque demostró su mayor arma en ofe nsiva: Marco Ruben. El histórico goleador, cuando el partido aún ni se había armado, anticipó a su marcador y mandó a la red una buena pelota que Benítez envió al área en la primera jugada del partido. Un grito de desahogo por todo lo que se había vivido en la previa del pitazo inicial de Nicolás Lamolina. Con el gol a favor el partido le pedía al Canalla que fuese inteligente. Sin embargo, volvieron a aparecer los desajustes defensivos y el rival tuvo sus chances, pero por mala puntería no aprovechó sus momentos.

El equipo de Somoza salió del asedio del rival y pudo ampliar la ventaja, pero también tuvo el factor de la mala puntería en este caso en su contra. Fue una buena primera etapa de Marcelo Benítez, uno de los principales aciertos del entrenador. Pero el jugador que más se resaltó fue el goleador auriazul. Es que no solamente hizo el gol en el amanecer del juego, sino que jugó una primera parte con el corazón a la entrega del equipo. Con su grito ante el Rojo llegó a 104 en el Canalla.

Apenas comenzada la etapa final el DT modificó una de las cuestiones a las que había apostado en la previa con la posición de Gamba. Afuera el barbado y adentro el pibe Tanglongo para quedar con un 4-4-2 más tradicional. Con la necesidad de ir en busca del empate Domínguez movió el timón y cambió a cuatro jugadores. Y ahí vino lo mejor de Somoza desde que asumió. El técnico reaccionó rápidamente ante las variantes del rival. Y dos de los que ingresaron fueron los autores de los goles que llegaron en un vendaval de efectividad que tuvo Central en dos minutos.

Con el 3-0 el juego se terminó antes de tiempo. Una victoria necesaria y que seguramente hará soplar aires de paz para el futuro inmediato. Un triunfo que otorga crédito en la estadía del entrenador que por primera vez con él en el banco el equipo sumó de a tres y se reencontró con una alegría después de seis partidos.