En los años 80, sobre todo con el gran ímpetu de Japón, se discutió si había distintos estilos de capitalismo, uno anglosajón, otro asiático y otro europeo; en los últimos días, algunos datos alentadores –aunque con varios claroscuros– para Gran Bretaña y Estados Unidos hacen recordar aquellos debates.
El primer ministro británico, David Cameron, sorprendió al lograr la reelección de los conservadores al frente del gobierno con relativa facilidad.
Detrás de ese logro, puntualizó el sitio web Vox en una nota reciente, hay signos contrapuestos en la economía, pero no de total fracaso.
Por un lado, cuando se suman los votos del Partido Conservador y del Liberal Democrático –la coalición que sostuvo las políticas de austeridad– se ve que sufrieron una caída, pero la oposición laborista no se las arregló para aprovechar la oportunidad.
Expresado en otros términos, entre 2010 y 2013, el desempeño de la economía británica fue pobre, pero en los últimos dos años Cameron se las arregló para mostrar algunos signos positivos, sin tener tampoco un desempeño “estelar”.
“Gran Bretaña continúa bien por detrás de los Estados Unidos en su recuperación. Pero la mayoría de los estudios indican que los votantes se fijan más en los ritmos de cambio que en los niveles absolutos y el triunfo de Cameron parece confirmar eso”, señaló la publicación.
Uno de los problemas que todavía debe enfrentar Londres es un creciente desempleo, en un contexto económico de mejoría.
Por su parte, los primos estadounidenses tuvieron cifras alentadoras para mostrar esta semana, con niveles de creación de puestos de trabajo más altos que lo esperado.
Luego de la caída del invierno, en abril el empleo rebotó; claro que hay otro problema por detrás: los salarios no mejoran.
Así, los empleadores crearon 223.000 puestos de trabajo en el último mes y la tasa de desempleo descendió hasta llegar al 5,4 por ciento.
Por el lado de los salarios, la situación permanece estancada: algunos economistas vaticinaban aumentos del 0,2 por ciento en el pago por hora, pero el dato oficial sólo mostró un 0,1 por ciento positivo.
La agencia Associated Press señaló en un informe que la economía norteamericana, en un contexto de cierta recuperación, también muestra algunos signos preocupantes.
Marcó un nivel de productividad del trabajo descendiente, una caída de las exportaciones y un consumo de los hogares modesto, lo que hace que se trabe la maquinaria de la economía.
El medio internacional destacó que en los últimos años, los Estados Unidos mostraron ser uno de los motores de la economía mundial.
Pero recordó que hace pocos días el Fondo Monetario Internacional emitió un informe en el que predijo que por el crecimiento global en 2015 tendrían más responsabilidad las economías asiáticas, gracias a las recuperaciones de India y Japón.
Como se ve, la luz al final del túnel de la crisis financiera de 2008 todavía no está clara, en medio de una fuerte competencia y estrategias fluctuantes de los distintos países y regiones en este juego global.