El carguero espacial ruso Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado hace una semana con destino a la plataforma orbital, caerá sobre la Tierra el 8 de mayo, pero no se sabrá dónde hasta el último momento.
«Incluso 24 horas antes, el lugar de la caída del carguero fuera de control sólo se podrá determinar con un gran margen de error», informó este martes una fuente del sector aeroespacial a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Además, recomendó no infundir pánico sobre el peligro del carguero de fabricación rusa, que sufre su primera avería en cuatro décadas.
«Todos los fragmentos que pueden representar una amenaza no llegarán (a la Tierra), ya que se desintegrarán en las capas densas de la atmósfera», dijo.
Según las predicciones del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, siglas en inglés), la nave espacial rusa se precipitará contra nuestro planeta el viernes y caerá en aguas del océano Pacífico, cerca de las costas estadounidenses, en torno a las 13:30 GMT del viernes.
Al respecto, la fuente rusa instó a no creerse al pie de la letra las diversas previsiones emitidas por el NORAD y webs especializadas.
La corporación espacial Energuia, fabricante de los cargueros, predijo desde el primer momento que la Progress averiada caería entre el 5 y 7 de mayo, pero insistió en que no representa peligro para la Tierra, ya que la mayoría de sus partes se quemarán al entrar en contacto con la atmósfera.
Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora sólo habían sufrido un accidente, en agosto de 2011, por un fallo del cohete portador.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero, lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), después de que éste quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra debido a que no se desplegaron todas sus antenas.
Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, han sido hasta ahora infructuosos.
Por ese motivo, a los tripulantes de la plataforma orbital se las ha recomendado que economicen gastos, ya que la próxima Progress no será lanzada hasta agosto, aunque el carguero norteamericano Dragon despegará con rumbo a la estación el 19 de junio.