El destacado y siempre elocuente cineasta británico Ken Loach resaltó la importancia de un sistema de salud pública y calificó de “incompetente” al gobierno de Boris Johnson, por días internado en cuidados intensivos por covid-19, por la manera en que se manejó ante la pandemia, y porque «sabían que el virus venía y no se anticiparon».
“Puede que éste sea el final del estado de bienestar, o su renacimiento. Porque la gente ha entendido la necesidad de tener una sanidad pública en condiciones. Sólo lo público nos sacará adelante”, dijo el cineasta, famoso por los crudos retratos sociales que plantea en sus films, en una entrevista con el diario español El País.
En tal sentido, el realizador se lamentó: “Siempre estamos luchando las mismas batallas, una y otra vez». Y advirtió que “el capitalismo furibundo” lleva a una “falta de principios que provoca falta de organización que, a su vez, provoca mal análisis”.
Desde su confinamiento en las afueras de Londres, Loach lanzó duras críticas contra el gobierno de Boris Johnson y cuestionó la “hipocresía de aplaudir cada tarde” al personal sanitario cuando desde la administración nacional “se los trata como burros” al no facilitarles el material adecuado para su labor.
“Vivo en un país con un gobierno incompetente. No hubo planes de contingencia, con médicos y enfermeras trabajando sin la protección adecuada, han dejado tirados a los cuidadores de ancianos, y por lo tanto, a esos ancianos. Sabían que el virus venía y no se anticiparon”, señaló lapidario el director.
Y amplió: “Aquí Boris Johnson primó salvar a la economía antes que a sus conciudadanos. Es un fracaso rotundo. Viven para los mercados, y los mercados los dejaron tirados. La información que nos ha llegado sobre quién podía salir o no ha sido absolutamente confusa. Claro que hay industrias que tienen que trabajar, pero en edificios seguros, ¿no?”.
Finalmente, el director de grandes películas vinculadas con el mejor cine político del mundo tales como Tierra y libertad, Ladybird, Ladybird o la más reciente Yo, Daniel Blake concluyó: «La situación recuerda mucho a la de hace un siglo, cuando se inició la Primera Guerra Mundial y centenares de miles de jóvenes soldados fueron enviados al frente a morir, tratados como burros, porque hoy, Johnson trata igual al personal sanitario: como burros”.