La Real Federación Española de fútbol anunció hoy que el primer superclásico de la temporada entre el Real Madrid y el Barcelona se jugará el próximo 18 de diciembre en el estadio Camp Nou, tras decidir que la fecha marcada inicialmente debía aplazarse a raíz de los graves disturbios que tuvieron lugar en Cataluña la semana pasada y ante la previsión de nuevas protestas.
El superclásico, correspondiente a la décima jornada del Campeonato Nacional de Liga de Primera División, tenía que disputarse en Barcelona el sábado 26 de octubre a las 13 horas, el mismo día en el que el movimiento independentista llamó a una gran movilización coincidiendo con un llamado a la movilización masiva en el centro de la ciudad condal, para rechazar las duras penas impuestas a sus líderes por el intento fallido de secesión de 2017.
En el marco de estas protestas, entre el martes y el viernes de la semana se produjeron brotes de violencia que provocaron graves disturbios que dejaron casi 600 heridos y unos 200 detenidos en toda Cataluña, con Barcelona como epicentro.
En medio de los disturbios, la Liga, organizadora del campeonato de fútbol de Primera División, pidió que el superclásico se trasladara al estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, -intercambiando las sedes de la ida y vuelta (prevista para el 1 de marzo de 2020)-, pero el Comité de competición decidió aplazar el evento deportivo e instó a ambos clubes a ponerse de acuerdo en una fecha.
Tanto el Real Madrid como el Barcelona del astro argentino Leo Messi coincidieron en el 18 de diciembre como fecha alternativa, algo con lo que no está de acuerdo La Liga.
El viernes, el organismo alegó que la decisión no podía quedar en manos solo de los clubes participantes, ya que sería «ilegal» y supondría una «grave irresponsabilidad del Comité».
La Liga acordó la venta de derechos de televisión del mega evento deportivo que llega a una audiencia planetaria, quería que el partido se celebre un sábado a las 13 horas para llegar al público asiático.
Propusieron el 7 de diciembre, y luego el 4 de diciembre (un miércoles), pero el Barcelona se opuso porque el fin de semana siguientes debe desplazarse al Madrid para enfrentarse al Atlético.
Los disturbios cesaron en Barcelona, pero no se descarta que se produzca algún nuevo enfrentamiento de manifestantes con la policía, ni que se intente alguna acción de boicot aprovechando la presencia en la ciudad de un evento de repercusión mundial como el superclásico.
