La locura con la que se vive el clásico de la ciudad entre Rosario Central y Newell’s y pensar en lo que se dirá la semana posterior, ha llevado a los equipos a pensar que lo fundamental no es “ganar”, si no “no perder”.
Es por eso que los últimos tres clásicos fueron empates. En el Clausura 2009, el resultado fue 1-1 en el Gigante de Arroyito, en el Apertura del mismo año, el cotejo terminó 2-2 en el Coloso y el último, en el Clausura 2010, fue 1-1 en el estadio de Central, antes de que el Canalla descendiera a la B Nacional.
Sin embargo, los cinco anteriores a estas igualdades tuvieron un ganador: Central se impuso por 4-1 en el Gigante en el Apertura 2006, mientras que la Lepra lo hizo por 1-0 en el Clausura 2007. El Canalla volvió a ganar por 1-0 en el Coloso en el Apertura 2007, y Newell’s ganó por el mismo resultado en el Clausura 2008, en Arroyito, y en el Apertura de ese mismo año, en el Coloso.
El primero de estos ocho partidos fue una goleada a favor de Central en el Gigante. El local derrotó 4-1 a su rival de toda la vida con goles de Marco Ruben, en dos ocasiones, Eduardo Coudet y el costarricense Paulo Censar Wanchope. Mientras que Carlos Araujo anotó para la Lepra. Los auriazules eran dirigidos por Néstor Gorosito y Newell’s por Nery Pumpido.
En el Clausura 2007 Newell’s tuvo revancha y venció a Central por 1-0 en el Coloso. El gol del equipo de Pablo Marini lo anotó el paraguayo Oscar Cardozo, mientras que Sebasitián Peratta le atajó un penal al Kily González y en el rebote Gonzalo Belloso tiró la pelota increíblemente por arriba del travesaño.
El del Apertura 2007 fue la última vez que el Canalla ganó un clásico. Con gol del colombiano Martín Arzuaga, de penal, el conjunto que en ese entonces dirigía Carlos Ischia se impuso 1-0 en el Coloso al de Marini, que dejó su cargo luego de la derrota.
En el torneo siguiente, el Clausura 2008, Newell’s se tomó revancha y derrotó a Central, también por 1-0 en el Gigante de Arroyito, con un gol del paraguayo Santiago Salcedo, recordado por haber jugado ese partido con la cabeza vendada tras un golpe.
El entrenador de Newell’s en ese entonces era Ricardo Caruso Lombardi, quien había llegado al Parque con la misión de salvar a la Lepra del descenso, lo que terminaría logrando al final de la temporada. El entrenador canalla era Leonardo Madelón.
El clásico del Apertura 2008 también fue con triunfo para la Lepra. En un partido jugado en el Coloso, los de Fernando Gamboa derrotaron a los de Gustavo Alfaro por 1-0 con gol del experimentado Rolando Schiavi, de penal.
Ese encuentro es recordado por la gran actuación de Cristian Fabbiani, quien en la última jugada del partido tuvo el segundo para los leprosos tras una jugada individual extraordinaria, pero al momento de definir la tiró por arriba del travesaño.
La racha de triunfos para Newell’s se cortó en el Clausura 2009 con un empate 1-1 en Arroyito. El conjunto Roberto Sensini empezó ganando con un golazo de Mauro Formica, pero los de Miguel Ángel Russo llegaron a la igualdad gracias a un cabezazo de Emilio Zelaya.
El clásico del Apertura 2009 tuvo un condimento especial. El Newell’s de Roberto Sensini llegaba a ese encuentro peleando palmo a palmo en campeonato con Banfield y el Canalla de Ariel Cuffaro Russo comenzaba ganando por 2-0 con goles de Gervasio Núñez y Diego Chitzoff. Pero minutos más tarde Joaquín Boghossian y Jorge Achucarro rescatarían un punto que de poco serviría, ya que finalmente el Taladro se quedaría con el torneo.
El último clásico que se jugó fue el del Clausura 2010, año en que el Canalla perdió la categoría. El partido terminó 1-1 en el gigante de Arroyito. Diego Braghieri abrió la cuenta para Central, mientras que Schiavi empató el encuentro, de penal, en lo que fue el segundo gol del Flaco en clásicos.
Luego de tres años, Rosario recupera su máxima fiesta. Esta vez, será en el Gigante de Arroyito y sin público visitante. Newell’s atraviesa el mejor momento de su historia, mientras que Central busca reacomodarse en la Primera División, pero como suele decirse, los clásicos son partidos aparte y poco importa el presente de ambos equipos.
