Un muchacho de 25 años y de nacionalidad colombiana fue imputado este viernes por la portación ilegal de arma de fuego luego de que en la noche del martes pasado arrojara un pistola 9 milímetros de su camioneta mientras protagonizaba una persecución policial que terminó en Mendoza y Lima. La jueza María Melania Carrara le dictó la prisión preventiva sin plazo. El arma y las balas fueron enviadas a peritar para determinar si fueron utilizadas en alguno de los ataques contra viviendas vinculadas con funcionarios judiciales y policiales relacionadas con la causa Monos, además de la sede del Ministerio Público de la Acusación y el Centro de Justicia Penal. El muchacho se desligó de esas sospechas y dijo que producto de estas hipótesis que se suman a que su nombre apareció involucrado en el crimen de Jonatan “Bam Bam” Funes, él y su familia fueron víctimas de amenazas de muerte.
Víctor S. A. tiene 25 años y es conocido como Justin. El martes, cerca de las 23, iba con su pareja Giulana D., de 22 años, y su hija en una 4×4 Dodge Journey por Alvarado y Mendoza, en barrio Azcuénaga. Estaba a un par de cuadras de su vivienda cuando se cruzó con el personal de la Brigada Operativa Antinarcóticos de la PDI que tenía la orden de controlar los vehículos para prevenir distintos delitos, entre los que se encuentra la infracción de la ley de drogas 23.737. Los policías, que iban de civil, le hicieron señas al chofer de la Dodge para que detuviera la marcha. El conductor aceleró y el móvil policial lo persiguió. En el camino, uno de los ocupantes de la 4×4 tiró una pistola Glock calibre 9 milímetros. La pareja fue apresada a las pocas cuadras, en Mendoza y Lima. Dentro del vehículo, los uniformados secuestraron tres teléfonos, unos 1.400 pesos en efectivo y un cargador para 30 cartuchos de capacidad – desarmado–, junto con 27 balas calibre 9 milímetros.
El caso quedó a cargo del fiscal Matías Edery, quien en la tarde de este viernes acusó en la audiencia imputativa al muchacho por portación ilegal de arma de fuego y pidió la prisión preventiva sin plazo.
El joven hizo uso de la palabra. Víctor no negó el delito que se le achaca, pero alertó sobre la situación por la que está atravesando. Contó que desde que su nombre surgió en la investigación por la ejecución de Bam Bam Funes y por la balacera a las ex viviendas del juez Ismael Manfrín (que iniciaron una saga de 16 ataques), fue víctima de una serie de amenazas que lo llevaron a buscar a un arma para su protección y la de su familia.
La pistola siempre la tenía en su vivienda, pero como el martes por la tarde una camioneta Amarok lo había perseguido, la llevó en su 4×4 cuando por la noche fueron junto a su pareja y su hija al Mc Donald’s que está en la plaza frente a la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, describió. Eran las 22.40 del martes cuando la misma Amarok se le puso a la par y el joven dijo que aceleró hasta que un Chevrolet Corsa lo alcanzó. Ahí sospechó que eran policías de civil, tiró el arma como acto reflejo, pero después frenó y se entregó, describió su abogado defensor Fausto Yrure, para aclarar que a Víctor lo investigaron por el homicidio de Bam Bam y esa causa quedó en la nada porque no encontraron indicios en su contra.
En la audiencia, el defensor pidió la libertad o en su defecto la morigeración de la prisión. La Fiscalía se opuso y sostuvo que hay una investigación en curso, haciendo referencia a que se enviaron a peritar la pistola Glock y los proyectiles para determinar si fueron utilizados para alguna de las balaceras que comenzaron a finales de mayo de este año.
La jueza Carrara aceptó la calificación del delito del fiscal Edery y le dictó la prisión preventiva sin plazo. Con esta medida, la magistrada le revocó la medida alternativa a la prisión preventiva con la que contaba por una causa de marzo del año pasado, cuando lo apresaron con armas de fuego y dos granadas FMK2 en Garibaldi y Avellaneda, donde también estaba con su pareja Giuliana. Esta detención se produjo luego de que la Policía de Investigaciones realizara una serie de allanamientos por una pesquisa que intentaba dar con una banda que pretendía dominar territorio para el desarrollo de economías ilegales en el sudoeste.
Con el jefe del paravalanchas leproso
La investigación a la que hizo referencia Víctor en la imputativa se conoció a principios de junio pasado, cuando el fiscal Florentino Malaponte ordenó una serie de allanamientos al personal de la Policía Federal para dar con el paradero del jefe de la barra de Newell’s Emiliano “Jija” Avejera en el marco de la causa que investiga los crímenes de los hermanos Ulises y Bam Bam Funes. Ese día, las fuerzas federales hicieron dos allanamientos: uno en Machado al 5900 donde detuvieron a una pareja de colombianos: Angi Vanesa R. E., de 23 años, y Daniel Estiven F., de 22.
Los policías incautaron celulares, una escopeta calibre 12.70, una pistola calibre 40 junto a unos 400 proyectiles de distintos calibres, dinero en efectivo y estupefacientes. En esa vivienda de barrio Azcuénaga también buscaban a otro muchacho de la misma nacionalidad, a quien relacionaban con la causa del fiscal Malaponte y con el ataque a las ex viviendas del juez Ismael Manfrín, quien presidió el tribunal que condenó a integrantes del clan Cantero en abril pasado. Según fuentes relacionadas con el caso, esa persona era Víctor. Por esa época, la pistola calibre 40 también fue enviada a peritar para determinar si se usó en alguna de las intimidaciones a Manfrín, aunque no se conocieron los resultados.
El otro allanamiento fue en el country Campos de Pueblo Esther. Jija no fue hallado, pero fueron apresados la hermana y el sobrino del asesinado –también ex jefe de la barra de Newell’s– Rubén “Tubi” Segovia, y un joven, de 21 años, quienes fueron imputados por tenencia de armas de fuego. Jija, quien sucedió a Tubi al frente del paravalanchas rojinegro, fue apresado por personal de la PDI tres semanas atrás en Córdoba y quedó imputado por el crimen de Bam Bam. Por este homicidio, la principal testigo identificó a Damián “Colombiano” Chávez, quien ya está imputado por este caso, al igual que Enrique “Cable” Solís.
