A una semana del comienzo de los allanamientos con el fin de desbaratar una asociación ilícita liderada por la banda Los Monos, con asiento en la zona sur de la ciudad, los operativos continúan, aunque con menor éxito que en las primeras jornadas. Con al menos nueve personas prófugas por el hecho, ayer fue indagado por el juez Juan Carlos Vienna el comisario que integraba la Secretaría de Delitos Complejos, apresado el miércoles por la noche. Gustavo G. negó cualquier tipo de vinculación con la banda liderada por la familia Cantero, se negó a contestar preguntas y por orden del magistrado a cargo de Instrucción 4ª quedó detenido. En tanto, ayer se conoció que el juez federal Marcelo Bailaque rechazó el pedido del fiscal Juan Murray de anular los operativos realizados en los barrios Las Flores y La Granada con el argumento de que en los escritos se daba a entender que, en caso de hallarse droga en las viviendas, se la secuestrara, algo que es de incumbencia federal (ver recuadro).
Minutos antes de las 10 de ayer, el comisario Gustavo P. ingresó fuertemente custodiado a Tribunales. El uniformado, separado de su cargo anteayer, luego de hacerse efectivo su arresto, fue conducido al Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación, a cargo del juez Juan Carlos Vienna, donde fue imputado del delito de asociación ilícita, cohecho y tráfico de influencias. El policía escuchó en silencio la acusación y luego negó la imputación. Una fuente vinculada al caso sostuvo que el comisario dijo no tener ninguna vinculación con los delitos y la investigación que se está llevando adelante. Luego, se negó a contestar preguntas.
Luego de poco más de 3 horas de indagatoria, el juez ordenó que el comisario siga tras las rejas.
A paso silencioso
Tras la detención de parte del clan Cantero, ocurrida hace una semana en la zona sur, los rumores acerca de nuevos operativos y detenciones comenzaron a escucharse tanto en inmediaciones de los despachos judiciales como en los barrios Las Flores y La Granada, donde también se mencionó que varios de los funcionarios judiciales recibieron amenazas.
La pesquisa siguió y sigue adelante, pero desde ese momento se trató de evitar anunciar con mucha antelación el tenor de los procedimientos para evitar fugas de los buscados. En un principio se pensó que con el arresto de un sargento y un comisario que formaban parte del riñón de la Secretaría de Delitos Complejos la fuga de información iba a finalizar.
Pero el miércoles por la noche, mientras personal de la División Judiciales arrestaba al comisario Agustín P., se realizaba un megaoperativo en pasaje Casal al 3700, donde se intentó atrapar a Máximo Ariel Cantero, alias Guille, pero cuando irrumpieron en la casa, hallaron la mesa servida, y el televisor encendido, pero ninguna persona.
En el lugar fue secuestrada una computadora a la que estaban conectadas cámaras de seguridad instaladas en el lugar, con las cuales se presume que se enteraron que se aproximaba la Policía. Sin embargo, un portavoz dejó entrever que no descartan que en realidad alguien haya avisado del inminente desembarco de uniformados en la vivienda donde estaba aguantado el apodado Guille.
Por la saga de operativos que comenzó hace una semana con el fin de desbaratar a una banda acusada de los delitos de asociación ilícita para cometer homicidios, acopio de armas y amenazas coactivas, iniciada en septiembre de 2012 con el crimen de Martín “Fantasma” Paz, ya hay 20 personas tras las rejas.
Además, son buscados: Ariel Cantero –líder de la banda de Los Monos–; sus hijos Máximo Ariel Cantero, alias Guille, y Roberto Ramón “Monchi” Machuca; Luis “Pollo” Bassi; su presunto lugarteniente, Milton Damario; y Milton César.
Los tres últimos están sindicados como quienes pergeñaron el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo último, en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez, que derivó en otros tres asesinatos cometidos en presuntas venganzas.
