El escenario principal del Arco en Tecnópolis con su enorme explanada fue el lugar elegido para el homenaje y celebración a Piazzolla, artista fundamental de la cultura nacional de proyección internacional.
Conducido por la cantante de tango Lidia Borda, el concierto inició con la interpretación del pianista Horacio Lavandera de las célebres Cuatro Estaciones Porteñas («Verano porteño», «Otoño porteño», «Invierno porteño» y «Primavera porteña»), inspiradas en las composiciones del italiano Antonio Vivaldi. El multipremiado pianista culminó su presentación con una versión de «Libertango», la obra más popular del compositor, símbolo de la libertad creativa propia del Nuevo Tango fundado por Piazzolla.
Lo siguieron el Quinteto Centenario, integrado por Walther Castro (bandoneón), Javier Weintraub (violín), Emilio Longo (contrabajo), Benjamín Ciprian (guitarra) y Julian Caeiro (piano y dirección musical). Junto a Horacio Cacoliris en percusión, como músico invitado, el grupo interpretó «La muerte del ángel», «Oblivion», «Revirado» y «Escualo» y también «Libertango», una de las piezas de Piazzolla más elogiadas a nivel internacional.
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con «Adiós Nonino», obra que el músico dedicó a su padre Vicente luego de su muerte en octubre de 1959, cuando se encontraba fuera del país.
Finalmente, Julia Zenko y el Quinteto Centenario despidieron la velada con «Milonga de la anunciación», de María de Buenos Aires, la emblemática obra que formó parte de la famosa operita estrenada por Piazzolla y Horacio Ferrer en 1969.