Marcelo Colombres – Tiempo Argentino
Las nuevas regulaciones sobre acceso al mercado cambiario que impuso el Banco Central empezaron a regir cuando casi todos los capitales golondrina arribados al país en los últimos tres años ya se fueron. Entre enero y julio la salida neta de esas inversiones fue de 3.551 millones de dólares y desde abril de 2018, cuando comenzó el proceso devaluatorio, el egreso neto fue de 10.785 millones de dólares. Así consta en los sucesivos balances cambiarios mensuales emitidos por el Banco Central, que fueron analizados por el Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior (Ocipex).
El estudio recuerda las sucesivas decisiones de la administración de Mauricio Macri para desarmar los controles dispuestos por el gobierno anterior, que buscaban minimizar el posible impacto de esos enormes flujos financieros en el mercado doméstico. Primero fue el aumento del límite de compra de divisas a dos millones de dólares por mes, luego la reducción del monto y el tiempo que debían permanecer inmovilizados los capitales que ingresaran del exterior y por último la eliminación total de esas barreras.
“Esto último, sumado a una tasa de interés récord, acabó por configurar un teatro de operaciones financieras de corto plazo prácticamente sin parangón a nivel mundial”, destaca el informe. “La mayor parte de la inversión de cartera, según datos del BCRA, no se destinó a acciones sino a la compra de letras y títulos de deuda. A través de la compra de este tipo de activos los inversores extranjeros llegaron a alzarse con ganancias de hasta un 13% en dólares al año a través del mecanismo de carry trade o bicicleta financiera”, agrega.
Según la cuenta que sacó el Ocipex, de los 37.126 millones de dólares que ingresaron desde enero de 2016 hasta julio de 2019, caratulados como “inversión de portafolio de no residentes” en los balances del BCRA, el 95,3% ya se retiró con esas ganancias. El ritmo de salida se aceleró desde la corrida cambiaria de abril de 2018. “Desde entonces, y hasta julio de 2019, el ingreso de capitales financieros promedió 925 millones de dólares por mes, mientras que la media mensual de egresos fue de 1.628 millones”, señala el texto.
Las restricciones que entraron en vigencia este lunes dificultan esa operatoria, ya que los inversores con activos en pesos tendrán límites para convertirlos en dólares y sacarlos del país. Pero a juzgar por los números, fueron implementadas demasiado tarde.