Llegar a fin de mes se hace cada vez más complicado. Según surge de distintos relevamientos, hoy una familia tipo con cuatro integrantes ya necesita entre 17 y 20 mil pesos para tener acceso a una canasta mínima y pagar servicios básicos. Todo comenzó a dispararse desde noviembre del año pasado con el precio de algunos alimentos. Los aumentos no pararon, y mientras tanto, en lo que va de 2016, el ajuste se sintió con más fuerza en los servicios públicos.
Este viernes se dio a conocer un nuevo “capítulo” del relevamientos que realiza mes a mes la ONG local Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac).
El trabajo, que mide el índice de precios al consumidor con base en Rosario, entregó los datos correspondientes a marzo tras relevar 40 firmas entre comercios y empresas, las cuales son visitadas o encuestadas telefónicamente, incluyendo 50 productos y 19 servicios.
El resultado del informe volvió a mostrar que la marcada aceleración de precios no cesa. La canasta básica para una familia tipo (con cuatro integrantes; dos adultos y dos hijos menores en edad escolar) ya llegó a los 17.149 pesos.
En ese marco, los productos de consumo masivo se llevaron 5.396,07 pesos. Es decir, un 31 por ciento del total. Mientras que los servicios básicos para el hogar sumaron 11.753,00 pesos, el 69 por ciento restante.
La suba promedio con respecto a febrero fue del 3,19 por ciento y se dio, sobre todo, a partir del alza en la carne, con el 14,26 por ciento; frutas y verduras, 7,62; la cuota de colegios privados, 22 por ciento; telefonía celular, 15 por ciento, y combustibles, 5,90.
Medido en pesos, el incremento total de la canasta en relación al mes anterior fue de 530.
Mientras que si se compara con octubre de 2015 la suba llega a los 3.160 pesos: por entonces una familia necesitaba un piso de 13.984 pesos para subsistir. Desde el Cesyac consideran clave ese dato. Es que sostienen que la inflación (que ya era alta) se aceleró en noviembre.
En tanto, en marzo del año pasado la canasta se ubicaba en 12.300 pesos.
Diferencias
El trabajo que realiza la ONG plantea algunas diferencias en relación a los parámetros que toman las estadísticas oficiales.
Además de los productos y servicios mencionados, el informe también incluye los gastos de otros alimentos, bebidas, luz, gas natural, agua, el alquiler de una vivienda, expensas, impuestos y tasas municipales y provinciales, televisión por cable, internet, medicamentos, la cuota de un club, medicina privada, los costos de uso del transporte público y los asociados a un vehículo propio, como combustible y seguro.
Según Marcos Aviano, titular del Cesyac, tal como está planteado, el relevamiento apenas abarca así lo costos básicos de una familia.
“Por ejemplo, nosotros incluimos una cuota social de un club porque es algo muy característico de la clase media rosarina. Es cierto que eso podría prescindirse. Pero en los 17 mil pesos no se cuentan el ocio y esparcimiento, como las salidas a cenar o al cine, los gastos en turismo, vestimenta, ni artículos escolares. Es una canasta estática”, explicó.
Tras eso, Aviano mencionó que la estructura de los incrementos de marzo fue muy parecida a febrero.
“En estos meses hubo fuertes alzas en los servicios más que a los bienes de consumo. Estamos atravesando meses difíciles y sin incremento de los salarios en la gran mayoría de los sectores del trabajo el poder adquisitivo se está esquilmando y eso es malo para la economía en general”, analizó el titular del Cesyac.
Un poco más arriba
Al mismo tiempo, de acuerdo al último informe (cerrado el pasado 31 de marzo) del equipo de investigación del Centro del Estudios y Asesoramiento Laboral (Ceal), el salario mínimo debería ubicarse en 20.384 pesos para sostener una familia en Rosario.
En este caso, el trabajo se apoya en la Encuesta Nacional de Gastos de Consumo de los Hogares Urbanos de la Argentina que el Indec midió entre los años 2012 y 2013.
“Incluye una canasta con las cosas que consumen los argentinos según lo que los propios argentinos dicen en ese relevamiento. Y el índice de precios que tomamos es el oficial, que ahora usa como referencia a los cálculos estadísticos que hacen la Ciudad de Buenos Aires y San Luis”, explicó el economista Sergio Arelovich.
Los nueve capítulos en que se basa la medición incluyen los rubros alimentos y bebidas, indumentaria, vivienda y servicios básicos, equipamiento y mantenimiento del hogar, atención médica y gastos para la salud, transporte y comunicaciones, esparcimiento, educación y otros bienes y servicios.
Para Arelovich también la inflación comenzó a tomar mayor ritmo desde noviembre.
“Hubo un salto fuerte desde ahí en los alimentos y algunos servicios. Y esto trajo aparejado que los hogares de menores ingresos sufrieran más, porque los alimentos tienen una mayor incidencia en ese caso”, sostuvo el referente del Ceal.
En línea con Aviano, Arelovich señaló que los 20.384 pesos son apenas una cifra “ultraconservadora”, un “piso total” de gastos.
“Por ejemplo, el índice de alquiler, que está dentro del capítulo de vivienda, implica un 5 por ciento del gasto total de una familia según el Indec, cuando en los sectores de menores recursos hoy ese costo es proporcionalmente mayor. Por eso esa cifra está un poco subestimada”, concluyó el especialista.