El costo de vida para una familia de los barrios populares de Rosario trepó en diciembre a 44.132 pesos, lo que significa un aumento del 57% en el transcurso del año, 16.105 pesos más que en el mismo período del año pasado. El dato se desprende de un relevamiento realizado por la diputada provincial Lucila De Ponti junto al Ceso (Centro de Estudios Scalabrini Ortiz), el cual registra y compara regularmente el consumo en barrios representativos de la ciudad como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo.
El estudio indicó que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar debe destinar como mínimo 17.895 pesos y un adulto rosarino necesita 5.792 pesos para no caer debajo de la línea de indigencia. En los últimos tres años los productos relevados aumentaron en promedio 171%. Los mayores aumentos se dieron en arroz (+389%), carne (+288), yerba (+210%), galletitas (231%) y fideos (195%).
Con respecto a la canasta navideña, los mismos 8 productos mínimos (pan dulce, sidra, budín, garrapiñada, turrón, atún, lata de durazno y ananá) que en 2018 se conseguían en los comercios de proximidad de los barrios populares por 362 pesos, hoy cuestan 452, marcando un aumento del 25%.
Al comparar el costo de vida con diferentes ingresos de referencia, se evidencia que los ingresos cada vez alcanzan para menos. El salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de 16.875 pesos apenas cubre el 38% y ya ni siquiera alcanza para las necesidades alimenticias de una familia. Tampoco cubren el costo de vida el salario promedio de un obrero de la construcción (35.692 pesos), de un empleado de comercio (29.563 pesos), y de trabajadores de casas particulares (18.364 pesos) que cubren respectivamente el 81%, 67% y 42%.
“Poner en cifras esta realidad que todos los santafesinos conocemos bien nos ayuda a mostrar como el bolsillo de los más humildes siempre es el que más sufre las consecuencias de una economía que está en emergencia y necesita de cambios profundos y urgentes para revertir esta situación”, aseguró Lucila De Ponti, vicepresidenta primera de la Cámara de Diputados de Santa Fe.
“Hace mucho que denunciamos el agotamiento de los modelos económicos que generan ajuste y desigualdad, estas consecuencias que nos tocan enfrentar son la confirmación de que el camino que tenemos que seguir es el de defender el trabajo y el bolsillo de los santafesinos, poniendo en marcha la producción y el consumo con el objetivo de que cada familia pueda brindarle una alimentación adecuada a sus hijos”, aseguró.
“No hay dudas de que en esta nueva etapa del país, este será el único camino para hacer entre todos una Santa fe más justa y con más oportunidades”, finalizó la diputada provincial del Movimiento Evita.