Paraguay no solamente es lugar de origen de personas víctimas de explotación sexual en países como la Argentina y España sino que tiene trata interna con captación, recepción y traslado en territorio nacional, afirmó la investigadora Elizabeth Duré en víspera del Día Internacional de la Tratade Personas, que se conmemorará mañana.
“El grupo Luna Nueva realizó una investigación en 2005 sobre trata internacional, y uno de los elementos clave en cuanto a resultados fue que Paraguay no solamente es país de origen de las personas víctimas, sino que tiene una problemática invisibilizada que es la trata interna”, dijo Duré a la agencia Télam.
La entrevista siguió a la presentación del libro La trata interna de niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual que se realizó en la embajada de Paraguay en Buenos Aires como parte de unas jornadas abiertas al público sobre esta temática.
La nueva investigación fue realizada entre 2009 y 2010, está cofinanciada por la organización no gubernamental Luna Nueva yla Unión Europeay cuenta con valiosos testimonios y observación directa a través de los que se relevó la actividad en diversas localidades paraguayas.
“Aquellas niñas, adolescentes y mujeres que son «tratadas», con destino final hacia Argentina o España, necesariamente son captadas, recepcionadas y trasladadas en el territorio nacional” del Paraguay, contó Duré.
La especialista afirmó que “conla Argentinase está trabajando el tema de trata internacional, con intervenciones como la de Teresa Martínez, dela Unidadde Trata de la fiscalía paraguaya, que intervino en procedimientos en los que se pudo rescatar de dos locales deLa Plataa casi cincuenta mujeres“, muchas de ellas menores.
La investigadora feminista relató que en Paraguay “no estaba visibilizada la trata interna, que aparece en los cincos departamentos en los que se hizo la investigación: San Pedro, Canindeyú, Alto Paraná, Itapuá y Central”.
Las dos localidades clave para vincularlas con trata internacional son “Encarnación, por donde a través de tierra o río se pasa a Misiones, y Ciudad del Este, enla Triple Frontera”.
“Ahí estudiamos cómo es la gente que capta, cómo se organiza el traslado y recogimos el testimonio de informantes clave, que es gente que trabaja en la calle, como trabajadoras sexuales, taxistas, camioneros, que nos caracterizan la situación”, contó.
Duré consideró relevante haber conocido que “no solamente hay trata de adolescentes mujeres, sino que también hay hombres, personas gay, transexuales y niñas de pueblos originarios”.
“Es una problemática reciente porque la expulsión de los pueblos originarios y la urbanización de ese sector expulsado de su tierra es bastante profunda por el modelo productivo de los agronegocios; entonces hay mucha movilidad de familias enteras hacia Asunción, Triple Frontera y Encarnación, donde quedan muy expuestas a la droga, la trata y la explotación“, refirió.
La especialista planteó: “Queremos que se puedan constituir políticas públicas reales, porque todavía tenemos fragilidad en la intervención del Estado, que no tiene tipificada la trata interna como delito, ni en el discurso de los referentes institucionales”.
Respecto del hombre prostituyente, Duré consideró que “en términos de análisis de una sociedad machista y patriarcal, se ubica como alguien que cosificó la sexualidad de la mujer y, sobre todo, la mirada sobre la niña y su virginidad, y cómo se acerca a ese cuerpo, así que hay que profundizar otros tipos de debate».
Duré opinó que el hecho de que no esté incorporado el tema en la educación pública de su país “tiene que ver con la doble moral”.
“En Paraguay se está discutiendo el «marco moral» de la sexualidad y hay una ofensiva de los sectores religiosos que no quieren que se apruebe y llaman a una marcha el 2 de octubre en contra”, añadió.
“El «marco moral» está pensado para posibilitar discusiones, reflexiones y espacios pedagógicos con niños, niñas y adolescentes sobre violencia de género, sexual, explotación, sexualidad y salud reproductiva, y está estancado porque toca los intereses dela Iglesiacomo poder instalado en el gobierno, que a veces consigue hacer lobby más eficazmente que la sociedad civil”, concluyó.