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El crimen de Moco, por una interna entre los clanes del sur

Una mujer relacionada con Alexis Caminos fue imputada por el asesinato de Cristian Reinoso, en abril, cuando la disputa era Funes-Ungaro versus Caminos-Segovia-Cantero. Pero Moco era allegado a estos últimos, lo que destapó una interna que se agravaría con el crimen de Tubi Segovia en Coronda

En el megaoperativo del jueves pasado en el barrio Municipal, bastión del clan Caminos, los allanamientos no sólo estuvieron dirigidos a causas relacionadas con usurpaciones o amenazas: también buscaban a dos personas sospechadas por el homicidio de Cristian “Moco” Reinoso, ocurrido en abril último en barrio Saladillo. Los investigadores atraparon a una mujer de 30 años, quien este sábado quedó imputada como quien organizó el ataque homicida e incluiso fue al lugar y se cercioró de que se hubiese concretado.

Eran poco más de las 16 del jueves 19 de abril pasado cuando Diana Cristina A., de 30 años y vecina de barrio Rucci, empezó a recolectar personas y armas de fuego, dice la acusación. Siguiéndole el paso iba un motociclista. Para la pesquisa, fue quien organizó el golpe que tenía como objetivo a Cristian Javier “Moco” Reinoso, de 37 años, quien había sido el mejor amigo del líder de Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, asesinado en 2013.

A las 16.50, los vecinos de Dinamarca al 500 bis que estaban en la vereda vieron la moto y el Fiat Siena que venía detrás. En simultáneo, Moco, su pareja Joana y su pequeño hijo, doblaban desde pasaje King hacia Dinamarca. Llegaron a la altura de la casa de la suegra de Moco y, en ese momento, los vecinos levantaron polvo para refugiarse de las ráfagas de ametralladoras. Sonaron unos 40 disparos y los recién llegados desparecieron.

Moco quedó tirado con dos tiros en el pecho, Joana tenía la cara destrozada por una bala que la traspasó a la altura del pómulo y el pequeño terminó con un impacto en el pie derecho. Los allegados trasladaron a los heridos al hospital Roque Sáenz Peña. Para las 17, los médicos ya habían anunciado la muerte de Moco y el gravísimo estado de Joana S.

Abril fue el mes más violento del año. Sólo en lo que respecta a los enfrentamientos entre los Segovia-Caminos-Cantero contra los Funes-Ungaro se registraron 12 crímenes y una decena de baleados. En un primer momento, los trascendidos apuntaron a que el asesinato de Reinoso respondía a una disputa más entre las bandas enfrentadas, pero luego la hipótesis sobre un reacomodamiento por internas en el núcleo de la sociedad entre Los Monos y sus dos clanes aliados fue más fuerte y quedó aún más marcada cuando no pasó ni una semana y uno de los socios, Ariel “Tubi” Segovia, fue asesinado a traición dentro de la celda de la cárcel de Coronda en el pabellón que compartía con Alexis Caminos, líder de la facción de barrio Municipal.

El jueves pasado, los tres poderes del Estado coparon con casi 800 uniformados de las fuerzas federales y provinciales barrio Municipal en el marco de un proyecto de pacificación de las zonas más calientes de Rosario. Desde el Ministerio Público de la Acusación solicitaron casi un centenar de órdenes de allanamientos por diferentes causas como ser amenazas, robos, usurpaciones y ataques.

Entre las solicitudes para los allanamientos estaban seis operativos que había ordenado el fiscal de la Unidad de Homicidios Luis Schiappa Pietra, quien buscaba a un hombre y una mujer –con estrecha relación con Alexis Caminos– por el homicidio de Reinoso.

El sospechoso no fue hallado, pero Daiana Cristina A., de 30 años, fue apresada horas más tarde por el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de la Gendarmería Nacional en una vivienda de Palestina al 2500, en barrio Rucci.

En la casa también hallaron una mira telescópica, una caja de balas 11.25, cartuchos de escopeta 11.70 y teléfonos celulares. Daiana quedó detenida e incomunicada hasta este sábado a las 9, cuando fue trasladada al Centro de Justicia Penal para la imputativa.

El juez Luis María Caterina presidió la audiencia donde el fiscal Schiappa Pietra acusó a Daiana de llegar el 19 de abril pasado a las 16.50 con otras personas en un auto y una moto a Dinamarca al 500 bis y disparar contra Moco, su pareja y el hijo de ambos.

“La imputada ocupaba el vehículo que fue hasta ese domicilio con el que se trasportaron las armas de fuego, recolectó a la gente para cometer el hecho, concurrió junto con ellos al lugar donde estas personas dispararon y se retiró del lugar una vez que confirmó que el ataque se había perpetrado”, detallaron los voceros judiciales sobre la argumentación del fiscal, quien pidió la imputación para Diana por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y dos hechos de tentativa de homicidio agravado por uso de arma de fuego, todos en concurso real y en carácter de partícipe primario.

Luego de escuchar las exposiciones del fiscal y de la defensa de Daiana, representada por la abogada Romina Bedetti, el juez aceptó la acusación y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.

Venta de drogas como entramado

Moco tenía 37 años; vivió toda su vida en Melián al 6400 de barrio La Granada. Por esa cercanía se transformó en el mejor amigo del Pájaro Cantero. Su pareja Joana es prima de Vanesa Barrios, esposa de Ariel “Guille” Cantero, hermano del Pájaro. Moco había sido ofrecido como testigo de parte por la defensa de Guille durante el juicio por el crimen de Diego «Tarta» Demarre –finalmente fue desistido–. Guille terminó condenado a principios de abril como jefe de asociación ilícita y como autor material del homicidio de Demarre a 22 años de cárcel.

Ese 19 de abril, Reinoso y su familia fueron atacados frente a la casa de su suegra, Gladys Barrios. Desde último el 20 de septiembre, Guille y Vanesa son juzgados en los Tribunales Federales de Rosario por la causa Los Patrones, donde los ubican como los organizadores de una banda dedicada al tráfico y venta de estupefacientes junto con Jorge “Ema” Chamorro y su pareja Jésica Lloan.

En este juicio por Los Patrones también está sentada en el banquillo de los acusados Gladys Barrios, quien al momento del crimen de Moco cumplía el arresto domiciliario monitoreado con pulsera electrónica por dicha causa. Para la fiscalía federal, Gladys, de 51 años y conocida como Kiara o Kiki, era la proveedora mayorista para cuatro puntos de ventas de drogas y estaba bajo las órdenes de Horacio “Viejo” Castagno, quien se dedicaba a cocinar la cocaína, en este caso a estirarla o cortarla, dijeron en la acusación.

En el marco de esta situación, tras el asesinato de Moco –que siguió a u triple crimen en Granadero Baigorria con integrantes de Los Monos como víctimas– surgió una versión que indicaba la autoría a una banda de zona norte que incluso utilizaría como mano de obra a policías exonerados, la cual trataba de liderar la zona para la venta de drogas. Sin embargo, con la detención de Daiana en medio de la ocupación del territorio de los Caminos y la afirmación de algunos pesquisas sobre la cercanía de ambos, esta hipótesis pierde fuerzas, describió una fuente cercana a la investigación: todo apunta a un problema interno entre los clanes aliados que parece haberse saldado días después con la ejecución de Tubi Segovia.

Alexis tuvo la palabra

Alexis Caminos habló este jueves por la noche desde la cárcel con un periodista de Canal 5 y se despegó de esta situación. “Ahora quieren inventar que soy un narcotraficante. Lo que a mí me molesta es que, cosa que pasa, es Alexis Caminos; roban a una quiosquera, es Alexis Caminos, pasa algo y es Alexis Caminos. No quiero victimizarme. Ahora estoy hablando porque ya me cansé. Estoy cansado ya. Entran a mi casa… Pasa algo y me echan la culpa a mí. Yo estoy preso. No tienen una escucha mía, nada. Quiero dejar en claro eso nomás. Que la terminen con el apellido Caminos”, señaló el muchacho, considerado líder del barrio Municipal luego de que su padre Roberto “Pimpi” Caminos, ex líder del paravalanchas leproso, fuera asesinado en 2010.

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