El habitual comienzo del clásico de la pantalla de eltres de cada mediodía, De 12 a 14, se vio conmocionado este jueves por el inesperado comienzo que tuvo el envío (el menos para la audiencia) con el testimonio en primera persona del periodista y co-conductor del ciclo Juan Pedro Aleart, quien habló, ofreció detalles y denunció, mirando a cámara, casos de abusos acontecidos dentro de su familia que lo cuentan entre las víctimas del mismo modo que a sus hermanos.
El drama familiar vivido por Aleart, quien hace tiempo lleva adelante una serie de denuncias que en gran medida no fueron tenidas en cuenta por la Justicia incluye, en esos contextos, el suicidio de su padre, uno de los abusadores, y también abusos por parte de uno de sus tíos que el conductor del clásico local decidió hacer públicos después de muchos años de silencio y cuando todo ya está en la Justicia.
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En ese contexto, Aleart contó que su hermana fue abusada desde los 3 años por su padre, quien hace un par de semanas se suicidó en el marco de la visibilidad que tendrían los casos en los que estaba involucrado, al tiempo que también ofreció detalles, con nombre y apellido, de los abusos que tanto él como su hermano habrían recibido de parte de su tío, en el marco de vulnerabilidad para con los menores que había en su casa en tiempos de su infancia, siendo él el mayor de tres hermanos.
Testimonio valiente
“Me ha costado mucho llegar hasta acá, he llorado mucho, me sentí un muerto en vida y decidí hablar”, dijo conmovido el conductor y periodista en el comienzo de un testimonio muy valiente en el que también puso luz sobre las contradicciones de la Justicia en relación con la prescripción de los delitos de abusos a menores en la Argentina, e incluso destacó el apoyo en este contexto que tiene de parte de terapeutas, amigos, abogados y de, entre más, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
El extenso testimonio que enmudeció a las y los televidentes y que de inmediato comenzó a ser tendencia en redes sociales fue digno de una saga de películas de terror, dado que esos abusos fueron cometidos por adultos a menores de edad a lo largo de los años dentro de la propia familia. El padre del conductor, según relató, abusó de su hermana desde muy pequeña generándole daños psicológicos irreparables, con el agravante de que el abusador era HIV positivo.
Pero la historia tendría más capítulos dado que los hechos acontecidos en su casa y de los que nadie parecía reparar, llevaron a que su tío abusara de él y de su hermano, un tramo de la historia que el propio Juan Pedro denunció en la Justicia pero que no llegó a buen puerto por la referida prescripción que supone el Código Penal que, a partir de estos hechos denunciados con crudeza y detalle, el conductor espera se puedan modificar, dado que aseguró estar en conocimiento y cercanía con muchos otros casos como el suyo.
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A puerta cerrada
“Hace una década aproximadamente tomé la decisión de alejarme de mi padre y de mi familia paterna. Había cosas que no me gustaban, que me hacían muy mal”, confió en el comienzo de un relato que fue in crescendo en sus niveles de oscuridad y atrocidad.
“El año pasado denuncié a mi padre por violencia intrafamiliar. Nos ha aterrorizado a todos los integrantes de mi familia. La denuncia la hice junto a mi hermana. Yo soy el mayor de tres hermanos. Lo que buscábamos era que mi hermana pudiera vivir un poco más tranquila. Mi hermana temblaba cuando lo veía”, detalló respecto de aquello que el paso de los años y la terapia le permitieron ver.
“Mi padre abusó de mi hermana –siguió–, de su propia hija, desde los 3 años, siendo positivo de HIV. Esto le produjo a mi hermana terribles problemas de salud y emocionales. Temblaba, se le caía el pelo, estaba muy mal. Sé porque me lo dijo ella, que en varias oportunidades pensó en quitarse la vida. Pero mi hermana ha sido fuerte”.
“En lo que a mí respecta, luché por ella en todos estos años. Mis padres, médicos ambos, la medicaban. Busqué a un profesional para encontrar los verdaderos motivos de sus problemas, de su angustia. La sacamos, junto a mi hermano, de la casa que tan mal le hacía”, continuó el desgarrador relato.
Y profundizó: “Mi padre abusó sexualmente de mi hermana delante de mí, cuando yo era chico. Nos hacía creer a mí y a mi hermano que era un juego, que mi hermana exageraba. Pero la verdad siempre vence. La denuncia por abuso sexual agravado fue hecha finalmente”.
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“La Justicia fue muy lenta, pero la fiscal Carla Cerliani avanzó. Mi padre fue notificado de la denuncia hace tres semanas y al no querer enfrentar la atrocidad que había cometido, decidió suicidarse”, relató conmovido pero bien plantado.
“Yo estaba de viaje. Para mí fue terriblemente triste, pero mi padre decidió arruinarse la vida desde el momento que comenzó a abusar de mi hermana. En sus últimos mensajes en redes sociales, hizo lo que hizo siempre. Trató de loca a mi hermana”, destalló. “Te quiero decir Sofi que la película de terror se terminó, que el monstruo decidió irse y que ahora construyas tu vida con libertad. Sos libre, a volar Sofi”, le dijo al aire a su hermana.
Terminado el relato del episodio de su hermana llegó el momento de hablar del propio: “Ésta es sólo una parte de la historia. Mientras todo esto ocurría, en una casa donde mi madre también era víctima pero a la vez cómplice de lo que pasaba, un tío en el que yo confiaba, aprovechó el contexto de vulnerabilidad y abusó de mí y de mi hermano desde los seis años. Mis padres no hicieron nada. A esta persona, fue a la primera persona que denuncié. Fue difícil, pero lo pude hacer”.
“Me llevó tiempo, me llevó vida. He estado en una etapa de depresión muchos meses. Ha sido muy difícil hacer el noticiero durante todo este tiempo con todo eso adentro mío. Hacía De 12 a 14 con un nudo en la garganta, me encerraba en el camarín para llorar. Perdí el sentido de la vida, no tenía ganas de reír, de ir a fiestas”, confesó Juan Pedro ante el estupor de sus compañeros.
Luego planteó sobre la historia de abuso personal: “Mi tío también fue denunciado por una alumna de un colegio por abuso sexual. Dos jueces me dijeron que todo lo que yo presenté es creíble y fundado, pero está prescripto. Por eso, esta persona está libre”.
Y sin dar vueltas, dio su nombre y apellido al tiempo que sumó otros detalles: “Se llama Helvio Vila, es bioquímico y utilizaba sus lugares de trabajo para abusar de sus víctimas. Conmigo lo hizo en el laboratorio del Sanatorio Británico y con mi hermano en el del Sanatorio Americano. Pero además, fue directivo muchos años de la Escuela Integral de Fisherton, donde dictaba la materia Educación Sexual Integral. Les repito que una ex alumna de esta escuela lo denunció penalmente por abuso sexual. Y como si fuera poco, es parte del Centre Catalá, institución de la que forma parte de las actividades culturales, rodeado de niños”.
“En 2021 lo cité, refiriéndose a su tío, en un bar de Francia y Mendoza para decirle en la cara que lo iba a denunciar, que iba a ir preso. Me dijo que tenía amigos muy influyentes”, recordó Aleart. Y remarcó: “Hay personas que han sido abusadas sexualmente y se han muerto de cáncer, porque tienen miedo de afrontarlo. Hay personas que se refugian en las drogas, otras recurren al suicidio. Haber vivido un abuso es estar muerto en vida. Cada fallo de la Justicia hasta ahora me ha dejado hecho pedazos. Me he encontrado con abogados penalistas que me han traicionado, otros me han ayudado. Me encontré con desinterés, con falta de comprensión”. Y reconoció que “la persona que he encontrado después de mucho tiempo para ayudarme es Patricia Bullrich, que ha sido muy humana conmigo”.
“Hay otros 17 casos como el mío que están esperando por una resolución de la Corte. Hay que terminar con esta mierda de la prescripción en el abuso y corrupción de menores”, sentenció. Y cerró: “Quiero hablarle a los hombres abusados; aprendan de las mujeres, que son tan valientes para denunciar. Para cerrar, les aclaro que todo lo que dije está en la Justicia. A ustedes, que están del otro lado de la pantalla, les quiero agradecer por todos estos años de afecto y cariño, me han hecho muy bien. Uno no elige vivir determinadas circunstancias. Yo no elegí tener un padre violento y abusador, tampoco elegí ser abusado ni tener una familia desalmada. Pero en algún momento la vida te da la oportunidad de enfrentar todo eso que pasó y ésta es la forma en la que yo elegí enfrentarlo. La vida es hermosa, pero también puede ser muy difícil y cruel”.
