El cuchillo con el que se supone asesinaron en la noche de este miércoles al ingeniero civil Mariano Barbieri para robarle el teléfono celular en el Parque Tres de Febrero, del barrio porteño de Palermo, no fue secuestrado por la policía ni por los investigadores: lo encontró la mañana siguiente un periodista, casi después de 12 horas de haberse cometido el crimen y luego de que la fuerza de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires trabajara en la zona.
«Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro», se excusó un comisario de la Policía de la Ciudad ante la consulta sobre el hallazgo de cuchillo por parte de un periodista del canal C5N.
«Estábamos recorriendo el parque, viendo si encontrábamos algo y nos encontramos con este cuchillo de la conocida marca brasileña (Tramontina)», dijo en medio de la transmisión en vivo Diego Lewen, a las 7.45 de este miércoles y mientras las cámaras exhibían el arma con manchas que parecían ser de sangre.
En medio de un móvil televisivo, el mismo cronista también halló una prenda de vestir antes de la llegada de los peritos de la Policía Científica de la ciudad.
El comisario Jorge Muñoz, de la Comisaría Vecinal 14C de Palermo, insistió con la justificación de la fallida pesquisa de la fuerza de seguridad: «Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro».
Además del cuchillo y un pantalón corto color gris, los peritos luego secuestraron en las inmediaciones una campera, una mochila y una frazada que serán analizadas para determinar si tienen relación con el crimen.
Puntazo, refugio en una heladería y muerte
Mariano barbieri, de 42 años, cruzó mal herido la Plaza Sicilia tras recibir un puntazo en el pecho al resistir el robo de su celular y alcanzó a llegar hasta una heladería para pedir ayuda.
La puñalada fue en la calle Berro Adolfo, unos cuatro minutos antes de que ingresara al comercio. Ignacio Previgliano, director del Hospital Fernández, explicó que el corte del cuchillo «generó daño en la entrada y la salida, lo que provocó que no le llegue oxígeno al corazón». Agregó que «el mecanismo de lesión fue gravísimo y mortal».
Sobre el derrotero de la víctima, estimó que «murió porque sufrió la herida y tuvo tiempo para pedir ayuda, pero en ese tiempo el aire entró al tórax e impidió que el corazón no trabaje».
