Santiago Mac Guire, quien fue cura, formó parte del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y protagonizó un fuerte trabajo social en el sur de Rosario tendrá desde este viernes una calle con su nombre en el barrio Las Flores, donde desarrolló su trabajo social con vecinas y vecinos tanto cuando vestía sus hábitos como después, como laico. El Concejo Municipal de Rosario aprobó la iniciativa del edil Mariano Romero, quien este viernes encabezará el acto formal que tendrá lugar en Clavel y calle 513, que ahora pasará a ser Santiago Mac Guire, a partir de las 16.
La actual calle 513 del barrio Las Flores Sur pasará a llamarse Santiago Mac Guire y, dos horas antes del acto, los pinceles de la organización El Movimiento, de la mano del artista y dibujante local Freddy Sciarratta, comenzarán a pintar un mural con la figura de quien fue uno de los fundadores del movimiento de curas tercermundistas y párroco fundador de la Escuela «Nuestra Señora de Itatí».
La escuela de Las Flores, hoy en Flor de Nácar al 7000, está pegada a la parroquia Nuestra Señora de Itatí, y en el predio también funcionan un comedor, un servicio de orientación para la niñez y la juventud. La biblioteca lleva el nombre de Santiago Mac Guire, quien fue docente de música, teología y filosofía allí.
En 1966, cuando aún era sacerdote, Mac Guire construyó con los vecinos el centro de salud, la escuela y la capilla originales, a la que bautizó “Nuestra Señora de Itatí” en reconocimiento al que todavía era un barrio poblado por pescadores del Bajo Saladillo. A la Virgen de Itatí, patrona de las provincias de Corrientes y Misiones, se la conoce como la Reina del Paraná.
Dos años después, en 1968, Mac Guire dejó los hábitos para contraer matrimonio con María Magdalena Carey quien era maestra de la escuela. Pero continuó su militancia social. Juntos tuvieron cuatro hijos.
Tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Mac Guire fue perseguido, detenido y torturado durante la dictadura cívico militar. El 18 de abril de 1978 un grupo de tareas lo secuestró en plena la calle cuando caminaba con su hijo Lucas, de 5 años en aquel entonces, y fue trasladado a distintos centros clandestinos de detención donde fue torturado por los represores de la dictadura. Posteriormente “blanqueado” como preso político, pasó por las cárceles de Coronda, La Plata, Caseros y Rawson, hasta que fue liberado en 1983, poco antes de la asunción del entonces presidente electo Raúl Alfonsín.
Sobreviviente de la dictadura, continuó su militancia en el Servicio de Paz y Justicia, del premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel.
“La idea surgió a partir de que trabajamos en la unidad básica junto con su hijo Lucas. Era un referente que permanece siempre presente en el barrio, y en el marco de esto, surgió esta iniciativa”, explicó el concejal Mariano Romero, promotor de esta nominación.