Mariano Soso tuvo en Tucumán su estreno como entrenador leproso. Y si bien el empate fue un resultado que puede evaluarse como positivo, la primera impresión es que el entrenador va a utilizar estos partidos que restan de la Liga como banco de prueba con la mira puesta en un 2025 donde sí aparecerán las obligaciones para el DT y obviamente para el equipo.
Soso no es mago. No podía esperarse un cambio brutal en el rendimiento del equipo con apenas seis días de trabajo. Pero el técnico decidió igual implementar su esquema preferido de juego, apostando a cubrir cada casillero en el campo con los futbolistas que imaginó podían adaptarse mejor, incluso con algunos puestos donde la elección del titular se definió en las horas previas al partido.
El dibujo 3-4-2-1 o 5-2-2-1 dejó en claro que el DT apostará a defender con tres zagueros y dos laterales/carrileros. Con Tucumán hubo respuestas correctas en defensa, con un buen partido de Velázquez y Jacob, quien le ganó la pulseada a Glavinovich sobre la cercanía del partido. De cara a 2025 Saúl Salcedo seguirá, Gustavo Velázquez está en duda porque la dirigencia y la Gerencia Deportiva lo pusieron en una lista de posibles «salidas» y los juveniles Jacob y Glavinovich puede ser recambio. Y todo hace prever que Soso priorizará la llegada de un marcador central titular.
Un acierto de Soso fue la inclusión del juvenil arquero Josué Reinatti. Era un riesgo, aunque el DT entendió que apostar a Ramiro Macagno ya no tenía sentido, ya que se irá en diciembre por flojo rendimiento y una relación quebrada con el hincha. Y el buen desempeño de Reinatti le dio la razón. Ahora vendrán dos partidos bravos para el arquero, Boca y Talleres, pero serán buenas pruebas de fuego de cara al futuro, sabiendo que vendrá un arquero titular y podría sumarse William Barlasina como alternativa. Si a Reinatti le van bien en este cierre, quedará bien posicionado como posible suplente. Y si tiene algún error, sumará para su experiencia futura sin ningún tipo de reproche ni lamentos por puntos perdidos que a Newell’s hoy no le dolerían tanto.
Armando Méndez se juega en estos partidos la consideración del entrenador. Si cumple, tal vez no se piense en traer un carrilero derecho. Por izquierda, en cambio, no seguirán ni Vangioni ni Martino, que jugarán en este cierre sólo como despedida.
Newell’s tuvo aspectos positivos en defensa, pero ofensivamente fue un equipo sin sorpresa ni juego. Hubo algo de Banega, que con una buena pretemporada tal vez pueda ser parte del «doble cinco» con juego que pretende Soso. Tomás Pérez, por su parte, sumará algunos partidos más a un 2024 que le dio la oportunidad de jugar en Primera, pero serán junto a David Sotelo y Pablo Altamirano alternativas de recambio en el próximo torneo. No seguirá Fernández Cedrés, y la búsqueda será por un cinco con juego, despliegue y quite, nada sencillo.
Tal vez los más perjudicados con este cambio de esquema fueron Matko Miljevic y Mateo Silvetti, justamente los dos mejores en la racha de partidos adversos de la Lepra. Soso probó en algún ensayo a Silvetti como nueve y no funcionó. Por eso jugó Chiaverano, aunque tampoco estuvo a la altura de las pretensiones y a los 13 minutos del complemento ingresó el Colo Ramírez. Deberá trabajar mucho en la pretemporada Soso para que Silvetti se pueda insertar a su esquema sin que deje de explotar su potencia y capacidad para encarar el área. Newell’s pretende no vender al juvenil atacante en este receso y el DT tendrá que ver dónde encajarlo. Algo similar sucede con Miljevic, aunque al ser volante con buen pie podría tenerla más fácil.
¿Y el nueve? «Hay una historia que respetar. El club como esencia e identidad ha tenido centrodelanteros que pueden ingresar al circuito de juego con fundamentos técnicos. Lo de Chiaverano tiene que ver por cómo proyecté el juego. Contrasta el perfil con el Colo (Ramírez)», confió Soso sobre un puesto tan neurálgico. La impresión es que el técnico buscará un nueve perfil «Scocco», lo que pone al uruguayo Ramírez en zona de banco o con el cartel de venta. Newell’s no ve con malos ojos transferirlo, habrá que ver si hay alguna oferta cercana a los 4 millones de dólares que pagó la Lepra por un atacante que hizo 11 goles, pero tuvo un bajón en el segundo semestre y hace varios partidos es suplente.
El primer pantallazo de Soso dejó una sensación clara: el DT piensa más en el futuro que en los resultados inmediatos de un torneo donde Newell’s no se juega nada. Aunque enfrentar a Boca y Talleres en el cierre no eximirá al técnico de cierta obligación de buenos resultados.