—Si alguien en la tribuna te pide que le arranques la muela a un rival de una patada, ¿vos que le sugerirías?
—Que mejor pase por mi consultorio. Y que el delantero rival pase por el vestuario así le doy mi tarjeta.
La carta de presentación de Nicolás Canessa. Futbolista y odontólogo. Profesional de doble turno. Dueño de un ejemplar espíritu de vocación para desarrollar ambas carreras al mismo tiempo. A los 26 años, integrante del plantel de Tiro Federal. Y cuando el fútbol se lo permite, desanda los días entre el Hospital Español, el consultorio familiar de Alvear al 1400 y la secretaría de la comisión de control del Colegio de Odontólogos.
“Hace varios años que estoy ejerciendo. Tengo la posibilidad de vivir en Rosario y tener mi consultorio acá, que comparto con familiares. Y en base a mis horarios de entrenamientos y partidos, manejo mi cartilla de pacientes. Atiendo en los momentos que puedo ejercer”, explica Canessa luego de abrirle a El Hincha las puertas de su consultorio de calle Alvear para la producción fotográfica, antes de esbozar una amplia lista de agradecimientos hacia aquellos que lo impulsaron a realizar dos carreras en simultáneo.
“Siempre tuve el apoyo incondicional de mi novia Agus, de mis viejos Juan y Gladys y de mi hermano Esteban. Tampoco me quiero olvidar de mis abuelas Titi y Nyrba, de mi tía Susi y mi prima Gabi. Y de mi abuelo Conrado que ahora me mira desde arriba pero que siempre estuvo pendiente de mi carrera en el fútbol. Entre mis amigos, el recuerdo para Seba, Hernán, Raúl y Pablo, que siempre me cubrieron cuando estábamos haciendo trabajos para la facultad y se hacía la hora de irme a entrenar. Y para la banda de Pipandiup que juega en la Liga San Marcos”, agradece Nico.
—¿Estudiar odontología fue en parte un legado familiar?
—Sí, de momento que estaba en inferiores de Newell’s no sabía si iba a estudiar una carrera. Arranqué cursando un par de materias. Y tanto mi mamá, como mi tía y mi prima me dieron una gran ayuda enorme para comenzar. Y después opté por seguir. Siempre con el respaldo familiar.
—¿Pero de chiquito soñabas con ser futbolista u odontólogo?
—Desde los cinco años que empecé detrás de una pelota. Primero en el baby y después en inferiores. Con el correr del tiempo fui evaluando el panorama y me decidí a estudiar. Y hoy en día puedo ejercer mi carrera y jugar al fútbol de manera profesional.
—¿Arrancaste la carrera previendo que no siempre se puede triunfar en el fútbol?
—Pasa que el fútbol tiene muchas cosas que no dependen del propio jugador. Hay factores externos como lesiones o elecciones de los entrenadores. Pero yo no pensaba en eso. Lo hice para tener una segunda opción y pude llevarlo día a día. Pude recibirme y luzco el título con orgullo en mi consultorio.
“Se me prendió la lamparita”
Nicolás Canessa disfruta de la semana posterior al debut con la camiseta de Tiro Federal, que vino incluido con un golazo para ponerle el broche a la victoria por 2-0 sobre Racing de Córdoba.
“No lo soñé, pero de la forma en que se dio fue muy lindo. Justo se abrió la defensa y me hice un autopase. Y la definición me sorprendió hasta a mí mismo. Los delanteros estaban en posición adelantada y se produjo el hueco para que yo pasara. Se me prendió la lamparita y pude definir con tranquilidad”, recordó.
Con buen debut y gol incluido, Canessa consideró haber aprovechado la oportunidad. “Sí porque trabajo en la semana y desde que llegué al club trabajé siempre al ciento por ciento para estar a disposición del cuerpo técnico. Por suerte pude hacer un buen partido y coronarlo con el gol sobre el final”, subrayó.
En las fechas anteriores, Canessa negó haber estado impaciente por la chance de jugar que no llegaba. “Sí estaba con el fastidio lógico porque todo jugador quiere quedar al menos entre los 18 concentrados. Pero siempre con disposición al trabajo y sumándole al grupo. Hay que reflejarlo dentro y fuera de la cancha hacia los compañeros. Estaba esperando la oportunidad para demostrar”, confió el lateral volante.
Según Canessa, “sumar de a tres permite trabajar con tranquilidad en la semana. Pero acá somos conscientes de que apenas fue un triunfo y que tenemos que seguir de la misma manera. El plantel siempre estuvo confiado del trabajo hecho en la pretemporada con el cuerpo técnico. Y sabíamos que a partir de la tercera o cuarta fecha el equipo se iba a ir soltando. Y así fue”, indicó.
En su primera experiencia en el Argentino A, lo definió como “un campeonato muy parejo, duro e irregular. No hay un rival que esté por encima del resto. Tenemos que hacernos fuertes de local y sumar de visitante. Esto será así hasta el final”, vaticinó Canessa.
Y tiene metas planteadas. “El objetivo principal es clasificar al Reducido. Y después lo que todos queremos, desde los jugadores que llegamos hasta los chicos que vienen de inferiores del club: devolver al equipo a la B Nacional”, concluyó.
“Aún nos deben el premio por el ascenso”
Cuando todavía resonaban los ecos de la consagración en la Promoción contra Sportivo Italiano, que devolvió al equipo a la B Metropolitana, Nicolás Canessa fue empujado a irse de Central Córdoba por la puerta de atrás. Había sido sindicado por los dirigentes por dar la cara en representación del plantel a la hora de reclamar el cobro de sueldos atrasados. “Ya lo miro como algo del pasado. Indudablemente no era la manera en que quería irme. Y más después de haber logrado el ascenso”, confesó Nico. “La intención era continuar pero como la dirigencia no quiso que siguiera, tuve que buscar otro camino. Y ahora estoy muy agradecido a Tiro Federal por haberme abierto las puertas. Por eso me brindo al máximo. Se armó un grupo bárbaro y vamos hacia adelante para buscar el objetivo”.
Canessa admitió que nadie en Central Córdoba fue a hablarle de frente a la hora de justificar su salida del plantel. “(Marcelo) Vaquero me dijo que quería que siguiera. Arranqué la pretemporada y me dijo que había un inconveniente con los dirigentes que tenía que arreglar. Y cuando fui a hablar con ellos me dijeron que no tenían ningún problema conmigo. Nadie me dio a entender cuál era el motivo para que no siguiera en el club. No le quiero dar más vueltas. Nadie quiso dar la cara para decirme por qué tenía que irme”, cuestionó.
Canessa prefiere quedarse con los buenos recuerdos en el club de Tablada. “Estoy agradecido a mis ex compañeros y a la gente porque viví dos años muy lindos en Central Córdoba. Se complicó en los últimos tiempos en lo económico y todavía nos deben la plata del ascenso. Hemos luchado contra muchas cosas y ahí se fortaleció el grupo. Hubo hambre de gloria y por eso logramos el ascenso”, contó el actual futbolista de Tiro Federal.
