Por María Iglesia, especial para El Ciudadano.- La mejora sustancial en el mercado de trabajo argentino fue uno de los más importantes logros de la administración kirchnerista. Sin embargo, el desempleo juvenil, un problema común en la mayoría de las economías del planeta, continúa aquí en elevados niveles. Un relevamiento de la consultora Federico Muñoz & Asociados arrojó que el grupo etario más joven de la población activa, que va de los 14 a los 25 años, sufre una tasa de desempleo de 17 por ciento. La cifra es menor a la de varios países de la Unión Europea (UE) y al promedio de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), pero se ubica por encima de los guarismos de América latina.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que el desempleo juvenil mundial subió de 11,6 a 12,7 por ciento entre 2007 y 2010, durante el Foro Internacional sobre Empleo, Juventud y Gobernabilidad Democrática que se llevó adelante en Perú durante la segunda semana de diciembre.
La OIT estimó que el desempleo juvenil ronda el 18 por ciento en los 34 países de la Ocde, compuesta entre otros por Francia, España, Portugal, Alemania, Estados Unidos y Canadá. La Comisión Europea agregó que el desempleo juvenil aumentó rápidamente en los últimos años en las 27 naciones de la UE, hasta cerca de 20 por ciento en la actualidad. En España, el desempleo alcanza casi a la mitad de estos jóvenes; en Holanda, a 7 por ciento.
La situación es mejor en América latina y el Caribe, pero con tasas elevadas. La OIT informó que el desempleo juvenil es de 14 por ciento, lo que duplica la tasa general urbana, y agregó que 60 por ciento de los trabajadores jóvenes es empleado en la informalidad.
La situación del empleo juvenil en Argentina, al igual que en el mercado laboral para el total de los trabajadores, mejoró en forma notoria en los últimos ocho años. El desempleo de jóvenes de entre 14 y 25 años descendió 11 puntos porcentuales desde fines de 2003, de 28 a 17 por ciento. Sin embargo, la tasa general se precipitó desde 14 a 7 por ciento, en el mismo lapso, 7 puntos porcentuales.
“El principal problema en este grupo etario es el de aquellos que no estudian ni trabajan: los denominados «ni-ni»”, afirmó Federico Muñoz & Asociados. La consultora estimó que unos 512.000 jóvenes está en esta situación, 10,4 por ciento del total.
Precisamente, el factor educativo es clave a la hora de evaluar el desempleo. Según datos de la consultora para la Población Económicamente Activa (PEA) mayor a 25 años, la tasa de desempleo de aquellas personas con estudios universitarios completos e incompletos bajó de 7 a 3,5 por ciento entre el cuarto trimestre de 2003 y el segundo de 2011. En el mismo lapso, cayó de 10,5 a 4 por ciento para aquellos trabajadores con estudios secundarios completos, mientras para las personas que no terminaron el nivel medio cedió de 11 a 7 por ciento.
“El capital humano acumulado es un determinante crítico de las posibilidades de inserción laboral en la edad adulta: la correlación existente entre el máximo nivel educativo alcanzado y la tasa de desocupación es claramente negativa”, señaló el documento de Federico Muñoz & Asociados.