Se sabe que en el deporte hay lugar para las historias poéticas, los finales felices, el coqueteo con la épica. Pero el destino, la fortuna, los dioses del básquet no pueden favorecer a todos; hubo, hay y habrá, sólo un lugar destinado al ganador, aunque varios merezcan su momento de gloria.
Difícilmente hubiera imaginado Diego Foradori apenas unos días atrás que tendría en sus manos los libres para definir el clásico ante Atalaya. El base se “reactivó” en el club de sus amores y en el momento clave hizo pesar la experiencia para liquidar el pleito.
Tal vez deseó Alejo Paoloni ser la figura clave del clásico por excelencia del básquet de la ciudad en el comienzo del idilio con la parcialidad del Verde. El perimetral fue determinante con su mano caliente, su manejo, y le trajo el gol que el equipo de Le Bihan necesitaba en esta reconstrucción post Mécoli.
El que no soñó una despedida así de su casa fue Leo Yanson, con derrota ante el acérrimo rival en la previa de dar el salto más importante de su carrera para probar suerte en la Liga Argentina.
Pero, se aclaró líneas atrás, la moneda no siempre cae del lado deseado.
Lo cierto es que tras un inicio paupérrimo en el que erraron a repetición, ambos elencos fueron creciendo en juego y efectividad para terminar por regalar un partido entretenido, aunque con el horrendo marco de la ausencia de público, bien en contraste con los U16 que jugaron por la mañana a cancha llena por el Federativo, o con los duelos disputados poco tiempo atrás en el Federal.
El partido tuvo vaivenes y cambios en el liderazgo, sin poder establecerse un dominio claro, aunque la mano picante a Paoloni supo ser la diferencia entre locales y visitantes en el contexto del duelo.
Pero más allá de lo que el tiro a larga distancia le ofrecía al Verde, el pulso del juego estaba marcado en la pelea rebotera, la lucha por el balón suelto y la contra. Desde allí edificaron ambos sus rachas, con Rava y Hospital como conductores fórmula 1.
No estuvo exento de discusiones, por formas y estilos de ambos elencos, los árbitros no pudieron controlar todo lo que pasaba, y el duelo tuvo sus momentos álgidos, con el Azul más ofuscado que el dueño de casa.
Así y todo, Atalaya aprovechó una ráfaga de buenas defensas, se alimentó de robos y contras, y logró escaparse cuando el reloj indicaba que el partido entraba en el terreno de las definiciones. Lo tenía, o eso parecía, sólo había que controlarlo.
Pero no pudo, o no lo dejaron. Sportsmen fue más Sportsmen que nunca, elevó las posesiones y con un perímetro picante que también abasteció a Boixader, dio vuelta el marcador en segundos. Y ahí sí tuvo puntería y calma para cerrarlo, con la sorpresa del destino para Foradori, y Paoloni como figura.
SÍNTESIS
SPORTSMEN 87: Gabriel Hospital 19, Martín Allende 3, Joaquín Cingolani 4, Joaquín Zapata 8, Nicolás Boixader 17 (fi), Francisco Dalpino 11, Alejo Paoloni 23, Ignacio Tripelli 0, Diego Foradori 2, Santiago Seveso 0. DT: Cristian Le Bihan.
ATALAYA 83: Emanuel Rava 19, Horacio Fascia 10, Juan José Borches 8, Fernando Scalella 9, Leandro Yanson 9 (fi), Brian Najnudel 14, Lucio Grimauldo 10, Facundo Maruelli 4, Joaquín Etchevarne 0. DT: Andrés Malajovich Farruggia.
ESTADIO: Alfredo Figna
ÁRBITROS: Darío Bosio y Daniel Olivera
PARCIALES: 18/13, 42/37 y 63/66.