Además, en la publicación también se advierte sobre las ideas económicas radicales que posee el postulante «libertario» y las posibles consecuencias que podría tener para Argentina sin son aplicadas.
«Este periódico estaría encantado de que Milei marcara el comienzo de una nueva era de liberalismo en Argentina. Sin embargo, eso parece poco probable. Sus políticas están mal pensadas. Lejos de lograr un consenso, tendría dificultades para gobernar. Y algunos argentinos temen que, si se siente frustrado, podría volverse autoritario», se afirma en el texto.
En ese sentido, en el diario pone en cuestión la propuesta de Milei de dolarizar la economía argentina, que aunque a primera vista puede ser considerada como una iniciativa «viable» para combatir la inflación, en la práctica requeriría de «una gran cantidad de dólares para funcionar, algo que Argentina no tiene a mano y en el contexto de crisis en el que se encuentra podría ser catastrófico».
«Su propuesta de eliminar la moneda nacional por el dólar es superficialmente atractiva. Otros países lo han hecho, incluidos Ecuador y El Salvador, y la economía de Argentina ciertamente necesita una reforma audaz. La dolarización reduciría inmediatamente la inflación y pondría fin a las oscilaciones del tipo de cambio que causan estragos en el comercio. Pero bajo un sistema así, los bancos y los hogares argentinos necesitarían una flotación de dólares para ponerse en marcha, algo que Milei no tiene forma de proporcionar», se advierte.
El diario abordó también las negociaciones de Argentina con el FMI y consideró que Milei no parece tener «el temperamento adecuado para afrontarlas, y afirma que «su retórica incendiaria y falta de experiencia diplomática podrían complicar aún más la relación con el principal acreedor del país».
Sin embargo, la mayor inquietud para el medio británico radica en cómo Milei podría reaccionar ante posibles obstáculos en su administración, y el temor de que adopte medidas «autoritarias si se enfrenta a desafíos insuperables es una sombra que se cierne sobre su candidatura».
The Economist cuestiona la capacidad de Milei para gobernar y llegar a consensos «en una sociedad argentina polarizada y fatigada por décadas de inestabilidad».
En términos de política exterior, la afinidad de Milei con figuras como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y su creencia en teorías de conspiración relacionadas con el fraude electoral también generan preocupaciones sobre cómo podría conducirse en el escenario internacional.
The Economist señala que cuando se le preguntó sobre quienes considera a sus adversarios en EE.UU, Milei mencionó a Bernie Sanders y describió al Partido Demócrata como un «socialismo ligero».
Además, declaró que «cualquier persona o entidad dispuesta a combatir el socialismo es un aliado».
A pesar de que el entrevistador sugiere que los liberales como Milei tienen pocos aliados en la región, el candidato respondió que «no le importa la cantidad».
Comparó su lucha por las ideas liberales con el combate contra la esclavitud en el siglo pasado, sugiriendo que «las ideas correctas eventualmente prevalecen, independientemente de su popularidad inicial».
Sostuvo que «cualquier persona que desee reducir el tamaño del Estado es un héroe y se alinea con aquellos que luchan contra el estatismo en todas sus formas».
Respecto a la legalización de trabajo sexual, drogas y libre inmigración, Milei consideró que «la existencia de un Estado de bienestar determina si se puede avanzar con ciertas legalizaciones».
The Economist le preguntó al candidato si antes de legalizar el consumo y la venta de drogas, por ejemplo, hay que desmantelar el Estado de bienestar.
«Sí, hay que desmantelar el Estado de bienestar. Es decir, para tomar soluciones totalmente gratuitas no se puede tener un Estado de bienestar que transfiera los costos de las decisiones a otros. Para que haya un sistema de plena libertad tienes que internalizar los costos de tus acciones; esa es la frase de Hayek: «la libertad también implica responsabilidad», respondió.