Algunos dicen que fue “algo raro”. Otros tantos que fueron “robos”; hechos “desestabilizadores”; “delictivos”, y pidieron a gritos no hablar de saqueos o de estallido social. También hubo, desde la otra orilla, voces que prefirieron evaluar los conflictos del jueves por la noche y del viernes como “problemas sociales que emergieron”; y otras tantas que declararon que “los gobiernos nacional, provincial y municipal están cosechando lo que sembraron”. A ciencia cierta, nadie sabe todavía por qué pasó todo lo que pasó; pero todos coincidieron en que las calles rosarinas comenzaron a calmarse y que de a poco el espíritu previo a las fiestas estaba volviendo a tomar protagonismo. “Queremos garantizar la misma tranquilidad hasta el 1º de enero, por eso, el operativo que comenzó anoche (por el viernes) continuará hasta esa fecha”, ratificó a El Ciudadano Fernando Asegurado, secretario de Gobierno de la Municipalidad.
La tensión del viernes no aflojó fácilmente, aunque con fuerza –mucha fuerza– se logró la calma. Desde esa tarde, las calles están patrulladas no sólo por miembros de la Policía provincial, sino también por fuerzas especiales como la Guardia Rural “Los Pumas” y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), en coordinación con las diferentes áreas de la Municipalidad –Tránsito, Control Urbano, Defensa Civil y más– y los aproximadamente 50 gendarmes que tenían base en la región.
“El patrullaje es constante”, dijeron las autoridades. Y sostenían que ésa fue la colaboración clave para que ayer la ciudad amaneciera sin novedades de nuevos robos o incidentes. Vista la tranquilidad, el enorme operativo perdurará hasta la llegada de 2013. “Hay dos cosas que queremos ahora: garantizar el operativo hasta que pasen las fiestas y que la ciudad recupere el típico espíritu festivo de estas fechas”, señaló Fernando Asegurado.
Al momento de la declaración, el funcionario dijo que estaba recorriendo los barrios de la ciudad, y que a simple vista, se podía ver centros comerciales que volvían a funcionar con normalidad, “y mucha gente en la calle”.
Pero de igual modo parecía ser que este Fin de Año, la paz y el espíritu navideño vienen de la mano de una sociedad atrincherada: comerciantes armados y una anormal cantidad de fuerzas de seguridad en la calle serán protagonistas en los próximos días.
Ayer se habían contabilizado 50 comercios afectados: 30 fueron completamente saqueados, mientras que el resto fueron víctimas de hechos menores. Ayer por la tarde había 48 detenidos, aunque el número fluctuaba constantemente a medida que se tomaban declaraciones.
Sin embargo, el nerviosismo y la incertidumbre no se fueron con las cifras oficialidades. Probablemente, de lo que más se habló ayer, y se hablará hoy, fue de estos robos o saqueos sorpresivos. A pesar de la tranquilidad reinante, el impacto perdura, el miedo, los comercios cerrados en los barrios, los comerciantes armados, los rumores pasajeros de presuntos nuevos saqueos. Y la misma pregunta se repite entre los que se encuentran en una mesa, en la calle, o hablan por teléfono: “Y para vos, ¿qué fue lo que pasó?”.
“Para decir qué pasó hay que esperar a que la Justicia trabaje y sepa quiénes actuaron en estos hechos. Con pruebas concretas podremos hacer un balance. Lo que sí, vemos que no hay espontaneidad ni los hechos estuvieron vinculados a lo meteorológico, fue una situación que se desplazó en diferentes puntos del país. Y con eso, quiero rescatar que todas las fuerzas políticas representativas de la ciudad y la provincia coincidimos en calificar estos hechos como delictivos”, manifestó Asegurado.