El fenómeno de incendios en Argentina atraviesa un nuevo capítulo, en la última semana se extendieron y agravaron los que afectan a la provincia de Corrientes. El diez por ciento del territorio ya sufrió daños. Dentro de la provincia se encuentra uno de los 36 Parques Nacionales que hay en el país y donde trabajan sin descanso los equipos de brigadistas.
Esteros del Iberá es el humedal más grande del país y el segundo de Sudamérica. La conservación de este tipo de ecosistemas es importante porque cumplen distintos tipos de funciones como fuentes de agua, para el control de inundaciones o como suministro de una gran variedad alimentos.
El Ciudadano conversó con algunos de los directores turísticos de los ocho portales del Parque Nacional y Provincial. Tres de estos accesos permanecen cerrados por la gravedad de la situación y todos los espacios de uso público están suspendidos. Todos se encuentran en estado de alerta -expectantes del trabajo de los brigadistas- y coordinando la recepción de donaciones que llegan de distintas partes del país.
Recién este jueves por la tarde llegó algo de alivio por la lluvia y si bien el pronóstico del tiempo que auguraba más lluvias para el fin de semana, por ahora sigue el calor y siguen los focos de fuego. La directora de Turismo del Portal Laguna Iberá, Valeria Verdaguer, especificó que los incendios forman parte del ciclo natural de este tipo de ecosistemas pero que es la primera vez que se extienden así -no solo en el parque sino en todo el territorio provincial- y nunca pasaron tantos meses de sequía continua, ya van por lo menos seis meses.
Por otro lado, Fundación Rewilding es una organización que trabaja en el Parque hace más de 15 años. Se dedica a la creación de áreas protegidas y a combatir la crisis de extinción de especies que atraviesan distintas partes del mundo.
Marisi Lopez habló con este medio mientras llegaba al Parque Nacional para conocer con mejor detalle el estado de situación y confirmó que «los incendios tienen un nivel de gravedad altísima, ya van por 900 mil hectáreas en toda la provincia, es un diez por ciento del total y alrededor de 160 mil hectáreas de lo que es Parque Iberá».
El fuego ya afectó a pastizales, malezales, montes y bosques. Entre las necesidades de conservar el humedal, López puntualizó que se trata de un lugar declarado Sitio Ramsar, es decir, un área de importancia internacional para el hábitat de aves acuáticas. «Además es una fuente de biodiversidad súper rica, de las más importantes del país, y es motor de economía para por lo menos diez pueblos que están alrededor del Iberá».
Alberga unas 350 especies de aves y cuatro mil tipos entre fauna y flora, «es un lugar único para la observación de fauna silvestre».
Ocupa el más del 14 por ciento del territorio correntino, ¿cuánto tiempo puede demorar la regeneración del hábitat? «Va a depender un poco de qué tipo de paisaje estemos hablando. Por ejemplo, los pastizales se van a recuperar mucho más rápido con una buena lluvia y sol. Si sucede, en un año podemos volver a tener los pastizales como eran. Los bosques quizás lleve un poco más de tiempo, porque son árboles que pueden llevar cinco años o más. Pero también va a depender del ecosistema completo: cuanto más completo esté más funcional es y más fácil va a ser que se recupere todo».
En este sentido, explicó que en la recuperación «cada animal dentro del elenco faunístico tiene un rol, el guacamayo rojo así como el muitú son dispersores de semillas regeneradores de bosques. El hecho de que haya guacamayos rojos y muitú en el Iberá va a hacer que los bosques se recuperen más rápido porque comen frutos nativos en un lugar, vuelan y dispersan esas semillas y hacen que crezca en otro lugar. Entonces, el ecosistema completo con todas sus especies claves va a ayudar a que se recupere más rápido el Iberá».
«El objetivo de Rewilding es revertir la crisis de extinción de especies que estamos enfrentando y para eso lo que hacemos es trabajar en la creación de aéreas protegidas sean parques nacionales o provinciales: es decir, adquirir tierras, restaurarlas y donarlas al Estado. También trabajamos en tener un ecosistema completo, traer de vuelta al guacamayo rojo, al oso hormiguero, al muitú, al ocelote, al yaguareté ,a la nutria gigante, a todos ellos. Y también trabajamos para crear el destino turístico y que toda la gente quiera venir a Iberá, que se conozca».
López trabaja específicamente en esto último, acompañar comunidades para que el turismo en naturaleza «genere una nueva economía», donde los beneficiarios sean los pueblos más cercanos al Iberá y que estén en armonía con la conservación del ambiente.
Los directores de los portales que hablaron con El Ciudadano no pudieron determinar con exactitud las pérdida de fauna porque el fuego viene avanzando sin pausas y todavía no hay cifras precisas en este sentido. Sin embargo, detallaron que aquellos animales que anidan en el suelo y los que tienen capacidades motrices más lentas -por ejemplo, los osos hormigueros- son los que más en peligro están.
En relación a las especies claves para regenerar el ecosistema post incendios y que fueron reintroducidos a través de la Fundación Rewilding, López planteó que creen que aún no corren peligro porque son monitoreados a través de un collar y hasta ahora han dado señales de vida. Sin embargo, a través de operativos de rescate muchos ejemplares han sido trasladados a lugares que entienden más seguros si el fuego se acerca.
Recuperación de ecosistemas
La reintroducción de fauna en Iberá se enmarca dentro del mundo de la conservación de naturaleza bajo el término de reasilvestramiento o rewilding. El mismo consiste en recuperar la integridad de un ecosistema trayendo de vuelta a especies clave.
Tal como detalla la web oficial Iberá, el territorio no escapa al serio proceso de pérdida de fauna silvestre que afecta a buena parte del planeta. «Muchas veces no logramos una razonable convivencia entre la producción -y el resto de las actividades humanas- y los ecosistemas naturales. Pero cada vez es más notorio que nuestra supervivencia como especie depende de la buena salud ambiental. Y para esto es vital, entre otras cosas, que los ecosistemas naturales funcionen, es decir que tengan todos sus integrantes y cada uno pueda cumplir su rol», explican.
Los humedales además cumplen un papel en la actual crisis de cambio climático, desempeñan funciones críticas en la mitigación del calentamiento global. Tal como comunica el propio Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, son importantes sumideros de carbono y, por ende, su destrucción libera gases de efecto invernadero, en tanto que su restauración y creación se traduce en la retención de más gases de efecto invernadero. Por otra parte, los humedales cumplen un rol fundamental en la adaptación al cambio climático, ya que amortiguan el efecto de las tormentas y las inundaciones.