El calor atrapado por los gases de efecto invernadero está elevando las temperaturas del océano más rápido de lo esperado, según concluye un análisis basado en cuatro estudios publicado este viernes en la revista Science.
“Si quieres ver dónde está ocurriendo el calentamiento global, hay que mirar a nuestros océanos”, afirma el coautor del estudio Zeke Hausfather, estudiante graduado del grupo de Energía y Recursos de la Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos, según la agencia DPA.
“El calentamiento del océano es un indicador muy importante del cambio climático, y tenemos pruebas sólidas de que se está calentando más rápidamente de lo que pensábamos”, agregó.
Sucede que los resultados del nuevo análisis proporcionan evidencia adicional de que las afirmaciones anteriores de una desaceleración o “pausa” en el calentamiento global en los últimos 15 años eran infundadas.
El calentamiento del océano es un marcador crítico del cambio climático porque se estima que el 93 % del exceso de energía solar atrapada por los gases de efecto invernadero se acumula en los océanos del mundo.
Y, a diferencia de las temperaturas de la superficie, las temperaturas del océano no se ven afectadas por las variaciones año a año causadas por eventos climáticos como el fenómeno de El Niño o las erupciones volcánicas.
El nuevo análisis, cuyos resultados se publicaron en Science, muestra que las tendencias de calor del océano coinciden con las pronosticadas por los principales modelos de cambio climático, y que el calentamiento del océano se está acelerando.
Suponiendo un escenario como el de siempre, en el que no se ha hecho ningún esfuerzo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la previsión apunta a que la temperatura de los 2.000 metros superiores de los océanos del mundo aumentará 0,78 grados Celsius a finales de siglo.
La expansión térmica causada por este incremento de temperatura elevaría el nivel del mar 30 centímetros, o alrededor de 12 pulgadas, por encima del ya significativo aumento del nivel del mar provocado por la fusión de los glaciares y las capas de hielo.
“Aunque 2018 será el cuarto año más cálido registrado en la superficie, realmente será el año más cálido registrado en los océanos, como lo fue 2017 y 2016”, destacó Hausfather.
Una flota de casi 4.000 robots flotantes se desplaza a lo largo de los océanos del mundo, y cada día bucea a una profundidad de 2.000 metros y mide la temperatura, el ph, la salinidad y otros datos del océano a medida que ascienden.
Este batallón de monitorización del océano, llamado Argo, proporciona datos consistentes y generalizados sobre el calor del océano desde mediados de la década de 2000.