Desde la alegría de disfrutar lo que hacen y con quién lo hacen, los chicos y chicas del básquet enseñan con el ejemplo cómo debería ser todo.
Porque para que el Monumento sea lo más parecido a un hormiguero recién pisado, porque para que el Patinódromo se bañe en un mar de pibes picando la pelota, tiene existir un trabajo mancomunado, en el que dirigentes, profes y padres de todos los clubes se unan, porque sacarse la camiseta no significa abandonar los colores, porque a veces no se trata de quién gana sino de que nadie se pierda una chance de ser feliz.
Por un día de sueños, por un día de felicidad, de trabajo por ellos y ellas, sin egoísmos, con invitados de todo el país y el exterior y con el plus de sacarse las ganas tras los años de pandemia que privaron a varios de estos momentos de regocijo. Por eso fueron más que nunca, por eso el 38 fue el número mágico en el que explotó el Monumento.
Es tradición, es costumbre, pero es plena vigencia y emoción renovada en cada uno de los padres y los chicos que viven su primera experiencia.
Es el evento que defiende a como dé lugar la Rosarina en su decisión más acertada y su trabajo mejor resuelto. Porque cuando es por ellos y ellas no deben existir las dudas, ni los intereses creados, ni las posturas políticas.
Aplausos por el color, por el calor, por el entusiasmo, por la amistad, por los sueños que se replicaron en cada club, con mil encuentros dentro del encuentro.
Las autoridades
Con lo más chicos como los verdaderos protagonistas, se organizaron excursiones en conjunto, paseos por lugares turísticos de la ciudad y partidos de básquet. “Estamos acá en este emblemático lugar de la ciudad para recibirlos luego de dos años en que no pudimos encontrarnos de forma presencial. Muy felices de ver tantas pibas y pibes de instituciones de Rosario, la región y el país presentes en el Monumento. Este es el mejor deporte de todos para los chicos y por eso sigan participando y divirtiéndose”, expresó el intendente Pablo Javkin en la ceremonia de cierre.
“Es realmente emocionante ver el vínculo que se genera entre los chicos”, indicó a su turno Adrián Ghiglione, secretario de Deporte y Turismo, quien mostró su especial agradecimiento a “los padres que traen a practicar una actividad deportiva a sus hijos”. Y agregó: “Es un deporte que viene teniendo mucho desarrollo desde el Centro Regional de Alto Rendimiento Deportivo (CReAR), desde las evaluaciones médicas realizadas, organización de campus, capacitaciones y jornadas de selecciones permanentes”.
En el acto de clausura también estuvieron presentes el director de Deporte Federado, Diego Sebben; y el presidente de la Asociación Rosarina de básquet, Ricardo Bottura.