El astro francés Alain Delon, que murió el domingo último a los 88 años, fue enterrado este sábado en su propiedad de Douchy tras una pequeña ceremonia privada a la que tan solo asistieron medio centenar de familiares y amigos, tal como lo había expresado el actor de El Gatopardo, que quería ser inhumado “como todo el mundo” y junto a sus perros.
Lejos de las cámaras y los focos que hicieron de su mirada de ojos azules un símbolo del cine francés y mundial, los funerales de Delon se celebraron por la tarde y fueron oficiados por el ex obispo Jean-Michel Di Falco.
Profunda tristeza: a los 88 años murió Alain Delon, el eterno galán del cine francés
Estuvieron presentes sus tres hijos, Anthony, Anouchka y Alain-Fabien, así como la madre de estos dos últimos, la modelo neerlandesa Rosalie van Breemen, y las dos hijas de Anthony, Loup y Liv, según publicó Le Parisien y replicó la agencia española de noticias EFE.
También fueron invitadas las actrices Nicole Calfan y Géraldine Danon (ahijada de Delon), el productor Alain Terzian y Paul Belmondo, hijo del actor Jean Paul Belmondo, rival en la pantalla aunque amigo de Delon a lo largo de toda su vida.
El funeral y el entierro tuvieron lugar en los terrenos de la mansión del departamento de Loiret, en el corazón de Francia, a unos 130 kilómetros al sur de París, donde Delón residía hacía varias décadas y donde falleció el fin de semana anterior.
Allí se había hecho construir una pequeña capilla que él mismo diseñó a fin de organizar sus exequias y quería reposar cerca del lugar donde están enterrados decenas de sus perros, unos 35 según medios locales.
Así se lo había comunicado a la prefectura de la zona a fin de que, una vez fallecido, se concediera a su familia los permisos pertinentes dado que no está permitido sepultar personas en lugares privados.
Delon quería incluso que se sacrificara a su último animal de compañía, un pastor belga malinois llamado Loubo, para ser enterrado con él, pero ese deseo no se cumplió, según divulgó la fundación protectora de animales de una de sus grandes amigas, la también actriz Brigitte Bardot, y el animal continuará con la familia.
Sí se cumplió otro de los pedidos del actor de mantener el bajo perfil dejando de lado los previsibles grandes homenajes nacionales, como los que suele ofrecer el Estado francés cuando mueren, como en su caso, grandes personalidades de la cultura, la política o el deporte, entre más.
“Se me entierra como a todo el mundo, pero sobre todo no como a esas personas”, había dicho Delon en una entrevista en 2018, consultado sobre si quería un gran homenaje póstumo como los celebrados oportunamente en homenaje al cantante Charles Aznavour o al actor Jean Paul Belmondo.
No se descarta, sin embargo, la opción de realizar algún tipo de acto posterior a la sepultura de este sábado, menos solemne que un homenaje nacional, en el que el mundo del cine y sus admiradores puedan darle un último adiós.
Antes de la ceremonia, los dos hijos varones salieron de la propiedad para agradecer a varias decenas de admiradores de su padre por su presencia y su cariño. “Gracias, gracias”, dijeron ambos, visiblemente emocionados, entre los aplausos de los congregados y rodeados, como toda la casa, de ramos de flores.
Qué pasó con el perro de Alain Delon que el actor pidió que sea sacrificado y enterrado junto a él
Anthony y Alain-Fabien, con gafas de sol negras y en mangas de camisa, contemplaron brevemente los cientos de ramos de flores y mensajes depositados en la verja de la propiedad, junto a fotos y tapas de revistas, al tiempo que agradecieron brevemente en persona y a unos pocos admiradores de su padre que estaban visiblemente conmovidos.
Entre los invitados al entierro de este sábado no se encontraba la cuidadora y dama de compañía del actor en la recta final de su vida, Hiromi Rollin, repudiada por los hijos del protagonista de Rocco y sus hermanos. Rollin los ha acusado en entrevistas publicadas esta semana de no haberla dejado despedirse de la estrella del cine francés.
Los hijos de Delon, por su parte, protagonizaron complejas disputas y cruces de acusaciones públicos en la recta final de la vida de su padre, enfrentados sobre la salud del actor y los tratamientos que debía seguir, pero el día de su muerte el anuncio lo emitieron los tres de manera conjunta.
La intimidad de las ceremonia estará asegurada porque, según Le Parisien, los invitados debieron dejar sus teléfonos celulares en la entrada. Además, unos 80 policías vigilaron los alrededores de la propiedad para controlar el acceso, ante la previsible presencia de admiradores del desaparecido actor y cientos de fotógrafos y periodistas de los principales medios del mundo.