La población de todo el mundo vive en promedio tres años más de lo previsto, lo que eleva el costo del envejecimiento en un 50 por ciento, y los gobiernos y fondos de pensiones están mal preparados, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El monto necesario para atender a la generación del “baby boom” está empezando a pesar en los presupuestos estatales, especialmente en economías avanzadas, donde para 2050 los ancianos serán casi tantos como los trabajadores. El estudio del FMI muestra que el problema es global.
“Si todo el mundo en 2050 viviera apenas tres años más de lo previsto ahora, en línea con la subestimación media de la longevidad en el pasado, la sociedad necesitaría recursos extra iguales al 1 o 2 por ciento del PBI por año”, indicó el organismo en un estudio que publicará la semana próxima en su Perspectiva Económica Mundial.
Teniendo en cuenta sólo los planes de pensiones privados en Estados Unidos, otros tres años de vida sumarían un 9 por ciento de carga, señaló el FMI, que instó a los gobiernos y el sector privado a prepararse ahora ante la esperanza de vida más larga.
Demógrafos han asumido durante muchos años que la extensión de la vida se desaceleraría en los países desarrollados. Pero, con avances continuos en tecnología médica, eso no ha ocurrido en forma tan marcada como se esperaba.
En las economías emergentes, la mejora del nivel de vida y la expansión de los servicios médicos también están alargando los años de vida.
Números en rojo
Para dar una idea de lo costoso que podría resultar el alargue de la vida, el FMI estima que si las economías avanzadas abordaran de inmediato el déficit en ahorros de pensiones para tres años más, tendrían que apartar el equivalente al 50 por ciento de su PBI de 2010, y las economías emergentes necesitarían el 25 por ciento.
Estos costos extra se suman a unos gastos totales que los países podrían ver duplicarse de aquí al 2050 debido a una población envejecida. Cuanto más rápido afronten el problema los Estados, más fácil será gestionar el hecho de que la gente viva más, señaló el FMI.
Estas estimaciones tienen en cuenta sólo las pensiones y no los costos de salud, que también crecen conforme envejece una persona.
En un estudio de diciembre de 2009, la Red MacArthur de Investigación sobre Envejecimiento estimó que los estadounidenses están viviendo entre tres y ocho años más de lo que se esperaba en general, añadiendo 3,2 billones de dólares a los gastos de Medicare y Seguridad Social, los planes estatales de pensiones y salud para ancianos.
Al mismo tiempo, se espera que la dependencia de la tercera edad, o la proporción de población mayor de 65 años frente a los que tienen edad de trabajar, entre los 15 y los 65, crezca del 24 al 48 por ciento de la población total en las economías avanzadas para 2050, o en otras palabras, casi un trabajador por cada jubilado.
La Europa emergente ha visto crecer más despacio su esperanza de vida, 1,1 año en los 40 años hasta 2010, pero puede esperar que la longevidad crezca en forma brusca en 6,8 años en las próximas cuatro décadas, dijo el FMI.
Para las economías emergentes se espera un aumento de tasas de dependencia de tercera edad del 13 por ciento actual al 33 por ciento en 2050.
Para gestionar el riesgo de que la gente viva más, los Estados pueden elevar la edad de la jubilación, subir los impuestos para financiar planes de pensiones públicas y reducir beneficios, todos ellos pasos que la mayoría de las economías avanzadas ya están considerando.
También podrían ayudar al sector privado educando mejor a los ciudadanos sobre cómo prepararse mejor para su jubilación, y fomentando productos financieros que protejan a la gente del riesgo de vivir más que sus ahorros.