Las estadísticas no siempre aportan un concepto real del rendimiento del equipo, pero sí pueden mostrar aspectos del juego, ideas de los entrenadores, formas de búsqueda dentro del campo de juego. Así, aparecen los equipos que le gusta tener mucho el balón, como aquel Newell’s del Tata Martino, que no fue igual al de Berti o Bernardi, aunque en los números tenían una posesión de pelota similar. Están los que comenten muchas infracciones, los que rematan mucho o poco al arco, los que reciben muchos disparos, y los efectivos, o no tanto. A veces hay señales, otras no tanto.
El Newell’s de Kudelka no es ajeno a ese análisis numérico. Y si bien van sólo tres partidos, hay números que son un reflejo fiel de la forma de jugar del equipo, lo que no significa que está bien o mal, o que así garantizará más victorias, pero hay una idea, hasta los números la marcan.
El primer número que explica con contundencia la idea de Kudelka es la cantidad de pases. Lejos de estar a tope de la tabla como en el ciclo Martino, la Lepra hoy es un equipo más vertical, que no tiene a la tenencia como bandera. En la tabla de pases está en el puesto 21 sobre 24 equipos, con apenas 1.164 (859 buenos), muy lejanos a los 2.157 de Vélez y los 2.026 de San Lorenzo.
El Newell’s de Kudelka intenta ser más vertical, aunque tampoco es de los que más rematan al arco, y ese es un punto a mejorar. La Lepra lleva 40 remates (un poco más de diez por partido) y 11 de esos disparos acertaron al arco propiamente dicho. Lo que no se puede negar es la efectividad, con un 18 por ciento está en el podio de la Superliga.
Mucho se habla de la solvencia defensiva que le dieron Gentiletti y Lema, más Julián Fernández como cinco. Y decir que Alan Aguerre ya no se tiene que revolcar tanto no es una “sensación”.
Newell’s es el segundo equipo al que le remataron menos disparos al arco, apenas 22 (siete por partido). Sólo Independiente con 15 tiene menos. Y si bien es cierto que ambos equipos son los que tienen un partido menos, la realidad es que son los mejor plantados atrás en este inicio. Incluso en el cotejo con Vélez, donde la Lepra cayó 3-1, el rival no le remató tanto, sólo siete remates.
Pero hay un cambio sustancial que está a la vista y los números no mienten. Este Newell’s versión Kudelka es un equipo que buscar explotar el juego aéreo. Y en contraposición, sufre menos los centros a su área.
Newell’s ejecutó 66 centros en tres partidos, con un alto promedio de 22 por cotejo, impensado en otras temporadas. Y lo hizo con un 27 por ciento de efectividad, lo que lo ubica en el sexto lugar de la tabla de equipos más efectivos al sacar un centro.
Y de esos 66 centros, 27 fueron tiros de esquina, rubro donde la Lepra acumula 27 córners, a un promedio de nueve por partido. El mejor de la Superliga.
No hay ninguna duda que Kudelka considera que la vía aérea es un arma clave. Algo que trabaja mucho en la semana. Y tres de los cinco goles de Newell’s llegaron por esta vía. El primero ante los santiagueños, con un córner que bajó Julián Fernández para el remate de Alexis; el primero ante Unión, consecuencia de un tiro libre que peleó Lema de cabeza y cuyo rebote aprovechó Nadalín; y el único tanto ante Vélez, producto de un penal que le cometieron a Lema al ir a buscar un córner.
Números, estadísticas, sólo una parte de una historia que después depende de los futbolistas y su rendimiento. Pero que muchas veces reflejan una idea de juego. Como sucede con este Newell’s de Kudelka, muy distinto a sus antecesores.
