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El erotismo perdió un ícono: Coca Sarli murió poco antes de cumplir los 90 años

La actriz, que protagonizó unas 30 películas dirigidas por su pareja, Armando Bó, estaba internada por una fractura de cadera. Fue un símbolo sexual que triunfó en varios países. De origen humilde, comenzó a ser conocida cuando la eligieron Miss Argentina, en 1955

Nació como Hilda Isabel Gorrindo Sarli, todos la conocieron como Isabel Sarli. O mejor: Coca Sarli. Falleció en la mañana de este martes cuando le faltaban días para cumplir 90 años. Exuberante, sensual, fue ícono sexual del cine argentino de la mano de su pareja, Armando Bó, el director de la mayoría de las películas que protagonizó. Estaba internada desde la semana pasada en el Hospital Central de San Isidro por una fractura la cadera.

Isabel Sarli era entrerriana. Había nacido en Concordia, en una familia humilde. Empezó de muy joven a trabajar, como secretaria, para ayudar a su madre. Después llegó el modelaje y, en 1955, a los 20 años, ganó el concurso de Miss Argentina. Fue el ingreso al espacio público. Y el año en el que conoció a Juan Domingo Perón.

La Coca hizo su primer desnudo frente a cámaras en El trueno entre las hojas, película basada en el cuento «La hija del ministro», de Augusto Roa Bastos, el escritor paraguayo que, además, escribió el guión.

Ese primer film, de 1958, que además del erotismo pretendía tener un mensaje social, dejó una escena que se transformó en clásica: Isabel nadando desnuda en un lago, perforada pro la mirada de varios hombres que la observan con la boca abierta. Con eso bastó para que se transformara en una referente del erotismo nacional. No la única: Libertad Leblanc era la otra, la «diosa blanca» que competía con la «diosa trigueña».

«La higiénica»

“Me habían bautizado «la higiénica», porque siempre aparecía bañándome”, ironizó Isabel Sarli sobre las escenas que protagonizaba.

La Coca se había casado con un alemán, Ralph Heinlein, pero tras su separación encontró el que fue –se cansó de repetirlo– el amor de su vida, Armando Bó. Se conocieron en 1956. Con él formó una pareja sentimental pero también productiva. Juntos filmaron alrededor de 30 películas.

“Mi relación con Armando se caracteriza así: fue el padre que no tuve, el hermano que perdí porque murió siendo chico, el compañero, el amante… Todo”, mostró su adoración por el director.

La pacata sociedad de la época en la que brilló le hizo sufrir el rigor de la censura, aunque el erotismo de sus participaciones, visto desde el presente, parezca inocente, y pese a las modificaciones que con Armando Bó introducían en las escenas objetadas y hasta en los títulos. Sus películas, además, fueron castigadas por la crítica, que en general no le reconocía ningún mérito artístico. Triunfó, contra todo eso, en la Argentina, donde estrenaba a sala llena. Fue famosa en México, Paraguay, Panamá, Rusia, Japón y hasta en los Estados Unidos.

La censura y «la yegua»

“Muchas escenas las teníamos que filmar dos veces”, contó Coca, y dejó un ejemplo de cómo sorteaban la moralina vernácula. “En Fiebre, por ejemplo, yo me tenía que tirar desnuda y revolcar en la alfalfa. Armando me decía: «Coca, vos ahora te sentís yegua. ¡Sos una yegua! ¡Tenés que comer alfalfa, vamos, comé alfalfa! ¡Las yeguas comen alfalfa!’. Esa era una versión. Después filmamos otra, para la Argentina, en la que yo me retorcía entre gasas blancas. Para la versión nacional, yo era una señora desesperada entre tules. Para la versión exterior, era una yegua que comía alfalfa”.

Dejó de filmar cuando murió Bó, en 1981. La depresión por el compañero perdido le duró un buen tiempo. Las pantallas no la tuvieron más. Al menos como antes. Es recordada la invitación que le hizo el director Jorge Polaco para “La dama regresa”. La dama en cuestión tenía entonces, 60 años. En 2009, participó en dos producciones: “Mis días con Gloria” y “Arroz con leche”.

Pisó las tablas del teatro, y aunque dijo que no era lo suyo, estuvo en televisión. Fue en 2004, con una participación especial en la telenovela Floricienta.

La Sociedad Fílmica del Lincoln Center de Nueva York organizó, en 2010, un homenaje en su nombre y armó un festival con la exhibición de seis de sus producciones. Las definió como «un ejemplo del cine kitsch de los años ’60 y ’70».

Acoso, siempre

La Coca sufrió situaciones de acoso durante las filmaciones. Cuando, con 28 años, filmaba en México La diosa impura, un actor local de ese país, Julio Alemán, que se pasó, dijo la actriz, en una escena donde debían fingir un beso. “Por supuesto, no me la aguanté y le crucé la cara de un cachetazo. Fue un sinvergüenza y poco profesional”, relató tiempo después.

La salud de la Coca no era la mejor. Vivía en su casona de Martínez junto a sus mascotas. La habían internado en 1992, por un tumor cerebral del que se recuperó. Tres años después, volvió al hospital por un edema pulmonar.

Filmografía:

1958: El trueno entre las hojas.
1959: Sabaleros.
1960: India.
1960: …Y el demonio creó a los hombres.
1961: Favela.
1962: La burrerita de Ypacaraí.
1962: Setenta veces siete.
1964: Lujuria tropical.
1964: La leona.
1964: La diosa impura.
1965: La mujer del zapatero.
1966: Días calientes.
1966: La tentación desnuda.
1967: La señora del intendente.
1968: La mujer de mi padre.
1968: Carne.
1969: Fuego.
1969: Desnuda en la arena

1969: Éxtasis tropical.
1972: Fiebre.
1973: Furia infernal.
1974: Intimidades de una cualquiera.
1974: El sexo y el amor.
1975: La diosa virgen.
1976: Embrujada (producida en 1969).
1977: Una mariposa en la noche.
1979: El último amor en Tierra del Fuego.
1979: Insaciable.
1980: Una viuda descocada.
1996: La dama regresa.
2004: Floricienta.
2007: Carne sobre carne.
2009: Arroz con leche.
2010: Mis días con Gloria.
2010: Parapolicial negro, apuntes para una prehistoria de la AAA.

 

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