Es uno de los trucos de limpieza caseros más populares, pero esconde un error frecuente y potencialmente peligroso. Aunque se vean casi idénticos en la botella, el vinagre blanco (de alcohol o vino) y el vinagre de limpieza no son lo mismo y no deben usarse de forma indistinta.
Según supo Noticias Argentinas, la clave está en la concentración de ácido acético. Mientras el vinagre blanco tradicional es apto para consumo, el de limpieza es un producto químico más potente y su ingesta puede ser perjudicial para la salud. Confundirlos, además, puede ser ineficaz para las tareas del hogar.
¿Para qué sirve el Vinagre Blanco (el de cocina)?
Este vinagre, proveniente de la fermentación de alcohol de vino o manzana, tiene una acidez más baja. Es seguro y versátil para:
- Aderezar y marinar alimentos.
- Desinfectar de forma ligera frutas y verduras.
- Limpiar utensilios de cocina.
- Eliminar olores del microondas o la heladera.
¿Para qué sirve el Vinagre de Limpieza? (Y dónde NO usarlo)
Este producto, que se encuentra en la sección de droguería, tiene una acidez más alta y no debe ingerirse bajo ningún concepto. Es más eficaz para tareas de limpieza exigentes, pero se debe evitar su uso en superficies de mármol o piedra natural, ya que el ácido puede dañarlas.
Sus 4 usos más efectivos son:
- Limpiar cristales y espejos: Diluido en agua (una parte de vinagre por dos de agua) los deja relucientes y sin marcas.
- Quitar la cal y el sarro del baño: Aplicado directamente sobre grifos, duchas y azulejos, descompone los minerales acumulados.
- Desinfectar superficies: Ideal para encimeras, mesas o baldosas, ya que tiene una acción bactericida ligera y elimina olores.
- Destapar desagües y eliminar olores: Combinado con bicarbonato de sodio, su reacción efervescente ayuda a limpiar residuos y prevenir obstrucciones en las cañerías.