Por Federico Amigo para Télam
Una organización sin fines de lucro de Viedma que gestiona una radio y un canal digital desde 2017, una asociación civil de Córdoba que logra convertirse en una productora audiovisual de divulgación y una radio comunitaria de Tierra del Fuego que consigue equiparse son algunas de las 692 entidades que resultaron ganadoras del Fomeca en los primeros 10 años de vida de esta política pública.
«En esta primera década se adjudicaron 51 líneas por un total de 1.689 millones de pesos, repartidos entre 2.712 proyectos que favorecieron a 692 entidades a lo largo y ancho del territorio nacional«, detalla María Sucarrat, subdirectora de Medios Comunitarios y Pluralidad de Voces de Enacom, sobre el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación (Fomeca) creado en 2013.
Se trata de una herramienta gestionada por Enacom que permite redistribuir los recursos de los grandes medios comerciales (gravámenes y multas) para potenciar a experiencias comunitarias, de frontera y de pueblos originarios con líneas de capacitación, equipamiento, actualización tecnológica y producción de contenidos.
Desde 2013, el monto total adjudicado es de más 1800 millones de pesos con proyectos y entidades ganadoras que se encuentran distribuidas en las 24 provincias del territorio nacional.
La actual gestión, que comenzó en 2020, lleva pagados el 85% del total de los montos adjudicados (1222 millones de pesos), lo que se traduce como el mejor resultado de las tres gestiones de estos diez años que cumple el Fomeca.
«Cuando llegamos, después de cuatro años de gestión macrista, todos los materiales producidos por los medios comunitarios y de pueblos indígenas estaban guardados en un mueble a instancias de los trabajadores y trabajadoras del área que tomaron las precauciones necesarias para que no se perdieran ni se estropearan», valora Sucarrat.
Ante esa situación, Enacom resolvió realizar tareas de visualización y clasificación de los consentidos, un proceso que culmina con la creación del Canal Benteveo, un espacio digital para poder reunir todo el material generado en esta década del Fomeca.
Entre los 2897 proyectos adjudicados, están los tres que lleva ganados Yatasto, una asociación civil que surgió en 2018 como un espacio de capacitación y divulgación de un grupo de estudiantes y profesionales de las carreras de ciencia política, comunicación y diseño gráfico, que en el medio de la pandemia se convirtió en una productora.
En la actualidad y después de haber ganado líneas del Fomeca, Yatasto presentó la serie web «El brete», nueve capítulos sobre la fuga más grande en la historia del país de una cárcel de mujeres. Está en proceso de posproducción de la docuserie «Al otro lado de Malvinas» y se amplió con segunda filial en Puerto Madryn, Chubut.
«El apoyo de Fomeca es fundamental para constituirnos como productora registrada en Enacom. Nos sirve para trabajar en proyectos en distintos niveles del Estado y fue los que nos permitió conformar el primer equipo de trabajo en 2020», repasa Gastón Sander, ex titular de la asociación original y actual presidente de la sede en Chubut.
«Estas líneas son una base muy importante para el funcionamiento de Radio Encuentro y ENTV ( (canal de televisión digital de la TDA local): representan más del 50 por ciento de los ingresos», explica Néstor Busso, presidente de estas emisoras de Viedma y Carmen de Patagones que, entre otras cosas, dieron origen al Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco) hace más de 30 años.
A través de la Fundación Alternativa Popular en Comunicación Social, hoy este proyecto político comunicacional incluye a ENTV, una web informativa, un sitio de contenidos audiovisuales y un centro de formación en comunicación popular.
FM Pocahullo es la única radio comunitaria de San Martín de Los Andes y, además, uno de los 1259 proyectos financiados por la actual gestión de Enacom. Después de convertirse en cooperativa el año pasado, este medio de 32 años concursó por primera vez en los Fomeca y logró adjudicarse una línea para fortalecer su proyecto periodístico.
«Gracias a ese marco legal, podemos concursar en estos fondos y nuestra experiencia es muy buena», cuenta Micaela Arias, quien trabaja en la radio desde 2020. Aunque su vínculo empezó desde muy chica, cuando recorría los estudios de la mano de Roberto Arias, su papá fallecido en 2019, que dirigía la emisora.
«Conozco este proyecto desde siempre vienen bien y es una alegría ahora poder trabajar de forma colectiva, elegir contenidos y poder llevar adelante investigaciones a partir del Fomeca», evalúa Arias sobre los recursos que les permitieron comprar auriculares, grabadores, fichas, micrófonos y también mejorar los ingresos de quienes trabajan en esta organización comunitaria de la provincia de Neuquén.
Desde Tierra del Fuego también llega una experiencia de la ciudad de Río Grande que se fortaleció en plena pandemia cuando el Enacom le otorgó la licencia en 2020.
Se trata de «FM Nuestras Voces», un medio que pudo actualizar su equipamiento y también empezar a dar talleres teórico-prácticos de radio y locución como beneficiarios del Fomeca.
«Nuestras voces fueron creciendo por estas políticas públicas del Estado de garantizar fondos para sostener a radios comunitarios, que son nuestras voces», señala Javier Mastrocolo, coordinador de la emisora y presidente de «Unión por los Derechos Humanos», la asociación civil que gestiona la frecuencia 92.7.
Para Mastrocolo, el sentido de estas herramientas es central para la existencia de medios arraigados a sus localidades. «Si no hay un Estado presente que pone un micrófono adelante, una consola, un transmisor, una torre y una antena es difícil que nuestras voces lleguen a mayor cantidad de gente», resume.
En esa misma línea, Busso marca uno de los puntos centrales en estos primeros diez años de esta política pública. «No es suficiente el financiamiento que llega por publicidad para nuestro sector y el Fomeca es un aporte muy importante para el sostenimiento de aquellos medios que somos el vehículo para la expresión de los sectores populares», sostiene sobre la base del crecimiento de Radio Encuentro y ENTV, espacios que, como muchos de los otros beneficiarios del fondo concursable, pueden mantener actualizados el costoso equipamiento para estar al aire.