Las temperaturas comenzaron a bajar en el centro de Estados Unidos, pero la costa atlántica seguía en estado de alerta este domingo, en el último día de una ola de calor que dejó al menos seis muertos en el país.
Los servicios meteorológicos prevén que la temperatura siga hasta los 38 °C en grandes ciudades del este, incluidas Nueva York y Washington, con una sensación térmica bastante superior debido a la alta humedad.
Según varios medios, al menos seis personas murieron debido al calor, tres de ellas antes de que las temperaturas alcanzaran su máximo durante el fin de semana.
Un ex jugador de fútbol americano de la NFL, Mitch Petrus, murió el jueves en Arkansas tras sufrir un ataque cuando trabajaba al exterior de la tienda familiar.
Otras cuatro personas fallecieron en el estado de Maryland y una en Arizona, según el canal CBS.
En ese contexto, las autoridades reiteraron sus advertencias a la población, a la que animó a hidratarse, a cuidar de las personas mayores y de los niños y a evitar las actividades al aire libre.
Cerca de 100 millones de personas seguían bajo alerta por la ola de calor este domingo.
Nueva York abrió 500 sitios refrigerados para que personas sin hogar o aire acondicionado pudieran refugiarse. La ciudad anuló el triatlón que iba a celebrar este domingo, así como un festival en el Central Park y carreras de caballo en el hipódromo de Saratoga.
Tras protestas de abogados de oficio, las autoridades penitenciarias afirmaron estar atentas a las condiciones de los presos de la cárcel de Rikers Island, donde la mayoría de las celdas no tienen aire acondicionado.
En otros lugares de la ciudad, las climatizaciones funcionaban sin parar, presionando a la red eléctrica, lo que provocó un breve apagón el sábado por la tarde en Long Island.
Tormentas violentas
En Washington, donde la sensación térmica podría alcanzar los 43 °C este domingo, la alcaldía activó un plan de emergencia que incluye ampliar el horario de las piletas municipales y de los parques con fuentes, donde los habitantes acuden numerosos desde hace días.
En Filadelfia, donde una residencia de ancianos fue evacuada el sábado, los medios locales bromeaban sugiriendo a los habitantes que fueran a refrescarse a Miami, en Florida, o a Phoenix, en Arizona, dos ciudades que suelen ser mucho más cálidas que la ciudad de Pensilvania.
«El final de esta ola de calor sofocante llegará progresivamente al centro de Estados Unidos y al noreste a comienzos de semana, pero irá acompañado de tormentas violentas y lluvias torrenciales», alertó Kristina Pydynoswki, meteorólogo de la página web especializada AccuWeather.
Cuando las temperaturas bajen en Estados Unidos, subirán al otro lado del Atlántico con una nueva ola de calor prevista el martes en gran parte de Europa.
Junio fue el mes más caliente desde que se tiene registro en todo el mundo, sobre todo debido a una ola de calor excepcional en Europa, según los datos del servicio europeo Copernicus sobre el cambio climático.
Las temperaturas aumentaron incluso a primeros de mes en el estado de Alaska, al borde del círculo Ártico, con un récord absoluto de 32 °C registrado en Anchorage, su capital.