Previo a este documental al que llamó El Etnógrafo Ulises Rosell rodó Bonanza (2001), El Descanso (2001), la comedia Sofacama, entre algunos de sus títulos con más repercusión.
En El Etnógrafo, Rossell vuelve a la línea documental que trazó con su obra más reconocida, la mencionada Bonanza. El nuevo film de Rossell aborda la figura de John Palmer, un antropólogo norteamericano que desde hace años vive entre la comunidad wichi, donde ya formó una familia y fue adentrándose cada vez en su cultura.
En una particular fusión de documental antropológico con ficción, El Etnógrafo ingresa en la realidad de Palmer, llegado a la comunidad wichi con el fin de dar apoyo humanitario pero absolutamente consustanciado ahora con ese modo de vida. Sin embargo, Palmer sigue siendo distinto y no sólo por el lenguaje, sino que su educación y moral cristianas lo posicionan en otro lugar desde el que tratará de ayudar.
Entre los objetivos de Rossell está plantear una crisis de lenguaje y formas de vida entre el “gringo”, el foráneo, y los nativos wichis en una provincia, Salta, acuciada por bolsones de pobreza extrema.
En este sentido, El Etnógrafo se propone un cuestionamiento a las identidades. De este modo, el personaje que llegó a esa comunidad para observar se convierte en “observado” junto a los wichis y el film adquiere una función reflexiva acerca de la la imposibilidad de cambiar realidades preestablecidas. La situación de los pueblos originarios, la mirada burguesa sobre el tema y las costumbres identitarias serán puestas en crisis.
Sala: Arteón.