El ex jefe policial Ariel Zancocchia presentó una denuncia ante el Auditor General del Ministerio Público de la Acusación (MPA, Leandro Mai, en contra de los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra por razones de “extrema gravedad que configuran faltas graves”, aseguró y pidió que la presentación sea puesta a consideración de la Comisión de Acuerdos de la Legislatura Provincial para que se manifieste sobre el avocamiento de la acusación, que se produce a la par de que el senador Armando Traferri pidiera el apartamiento de ambos, y antes de que la fiscal regional María Eugenia Iribarren resuelva, la convocatoria a una audiencia de carácter público para exponer los puntos que justifican este pedido de virtual recusación.
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Para Zancochia la causa judicial que se le inició a mediados del 2021 por presunta corrupción con los repuestos de patrullas, cuando era parte de la cúpula de la Policía provincial fue un vuelto articulado por el equipo del ex ministro de seguridad Marcelo Sain, quien ya no estaba en funciones tras el pedido de renuncia al cargo del gobernador Omar Perotti. El ex funcionario porteño aclaró que su equipo seguía en funciones y los hombres y mujeres que había acompañado su gestión no estaban dispuestos a apoyar al sucesor Jorge Lagna.
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Zancocchia dio un contexto al caso, en el que está imputado por asociación ilícita, cohecho, peculado y defraudación, y contó que en diciembre de 2019 lo nombraron jefe de la Unidad Regional VIII y en septiembre del 2020 lo nombran subjefe de la Policía de la provincia, hasta el 29 de julio del 2021, cuando pidió su retiro obligatorio por una causa judicial vinculada a repuestos de autos la que aseguró “fue armada a pedido de Marcelo Sain y con la connivencia de los fiscales que denunció”, dice la denuncia.
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Causa penal
En cuanto a la causa penal dijo que a mediados de 2021 los fiscales Schiappa Pietra y Edery le pidieron a la Agencia de Control Policial (ACP) una serie de allanamientos en casa de venta de repuestos automotores, una que había sido de su propiedad y los domicilios de policías, entre ellos Germán Trujillo, a cargo del taller mecánico del Comando Radioeléctrico y varios domicilios vinculados a Zancocchia.
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Explicó que la ACP informó en julio o agosto del 2020 que Zancocchia no contaba con impedimentos para acceder al cargo de jefe policial. Esa repartición, la ex Asuntos Internos, es la misma que llevaba adelante la investigación a un taller mecánico desde diciembre del 2019 que luego derivó en la causa penal en su contra.
Agregó que en marzo del 2021 el gobernador Perotti relevó a Sain pero no a su equipo y nombró a Lagna, quien lo confirmó en su cargo. Esto hizo enojar al equipo de Sain que seguía en sus cargos y “quería perjudicar la gestión de Lagna”, aseguró.
Contó que en abril del 2021 se enteró por rumores que le estaban armando una “operación del tipo mediática” para obligarlo a renunciar. Hizo referencia a un «video trucho» donde había dos personas hablando junto a un camión con autos, que decían que era él quien había sacado unos autos del depósito y los vendía en desarmaderos. También se refirió a unas escuchas telefónicas entre el entonces funcionario Germán Montenegro y su ex jefe Marcelo Sain riéndose de la muerte del jefe policial Adrián Forni y enojado porque Zancocchia no había renunciado y recalcando a Montenegro que no asuma como jefe policial, dice la denuncia.
Dijo que son muchas las evidencias que existen en la causa que lleva adelante el fiscal santafesino Ezequiel Hernández donde se investiga a Sain y su equipo por espionaje ilegal.
Zancocchia dijo que en mayo del 2021 intentó hablar con Edery, le mandó un mensaje; el funcionario judicial le dijo que estaba en audiencia pero nunca lo atendió. Luego Nadia Schujman, jefa de la Agencia de Control Policial, le dijo a Lagna que no insistiera en tener una conversación con Edery que lo iba a recibir cuando lo imputara.
El secuestro de su celular y la luna de miel que no fue
A Zancocchia le secuestraron el celular cuando lo detuvieron y estuvo incomunicado y un empleado policial de ACP le dijo que lo querían ensuciar y tratar de que quedara detenido, porque sabían que al otro día se casaba, lo que era real y terminó suspendiendo la luna de miel.
Dijo que por algunos mails que le llegaron a su celular se dio cuenta de que intentaron manipular el aparato que estaba en custodia. Lo que no podían no saber los fiscales.
Aseguró que estos últimos actuaron de mala fe violando el deber de objetividad. Aseguró que aplicaron justicia selectiva, investigaron ciertos hechos e imputaron a personas que Sain señalaba y a otros no, dijo en el escrito.
Una caja de cambios
Respecto de la causa penal en su contra, Zancocchia explicó que todo inició por una caja de cambio de una chata que pidió a Trujillo para colocar en el móvil 7431 que estaba en la comisaría cercana al límite con Cruz Alta, Córdoba. Lo que podía haberse comprobado con una pericia que no se hizo.
En cuanto al allanamiento al taller Arfe SRL. dijo que lo vendió en 2015 y esa venta se inscribió en la oficina del Registro de Comercio.
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Zanchochia sostiene que la causa fue armada desde el Ministerio de Seguridad pero con la complicidad de los fiscales. Y citó mensajes de texto entre Nadia Schujman y el fiscal Edery “donde no solo intercambian información de la supuesta causa que se realizaron sino donde se prueba cómo se construyó el armado de esa causa”, dice el documento.
A lo que sumó que en la investigación que tiene el fiscal Hernández, hay mensajes en los que le envían al fiscal Edery la imputación que le realizaron, donde constan en el documento correcciones y comentarios desde otro poder del Estado, en este caso el Ministerio de Seguridad del Ejecutivo, aseguró.
