Durante el ocaso de la última dictadura cívico-militar, Gustavo Vera trabajaba como personal de limpieza. Tenía sólo 18 años y una mañana de 1982 se dirigía a su trabajo pero no pudo llegar porque militares reprimían a obreros en el centro porteño. Allí se dio cuenta de que era el momento para organizar la resistencia y se unió a la militancia.
Pero las injusticias no son patrimonio exclusivo de los gobiernos de facto. El modelo neoliberal pegó su golpe más duro en 2001 y en 2002 surgió La Alameda, una organización fundada por Vera para combatir al crimen organizado en todas sus formas: trabajo esclavo, narcotráfico, tráfico de órganos, trata de personas y lavado de dinero.
En 2008 se produjo una alianza que le dio otro vuelo a La Alameda. El entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, ahora papa Francisco, se acercó a la organización y entabló una relación de trabajo con Vera que más tarde se transformó en amistad.
Actualmente, el Papa y Vera comparten la misma visión sobre el gobierno de Mauricio Macri. “Este modelo económico es un muerto insepulto que empieza a dar olor. En todo caso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) va a prestar algún dinero con condiciones espantosas para el pueblo argentino, para que esto pueda estirarse un poco”, lanzó Vera, quien denunció a las marcas de ropa de la primera dama Juliana Awada por trabajo esclavo en talleres clandestinos.
El trabajo de Vera es en los barrios populares. Es el sector donde el modelo macrista muestra su peor cara. “El dinero no alcanza ni para la subsistencia básica. Hay más delito porque hay gente que cae en la delincuencia por primera vez, ya que no tiene para comer”, relató el ex legislador porteño.
Unidad opositora
Vera fue parte de Unen, partido con el que logró una banca en la Legislatura porteña. En 2014 se fue de un espacio que terminó atomizado por su propia fundadora Elisa Carrió y formó su partido, Bien Común, que actualmente integra Unidad Porteña, la vertiente de Unidad Ciudadana en Capital Federal.
La unidad con espacios de los que fue muy crítico fue justificada por Vera: “Más allá de los matices, hace más de dos años que trabajamos por la unidad del campo popular. Esta unidad la vemos más reflejada a escala sindical que política. La idea es homogeneizar lo que nos une y plantear una salida a esta situación del país”.
Aborto: el Papa saluda debate
La Iglesia católica fue históricamente una de las organizaciones más contrarias al debate por la despenalización del aborto. Vera contó que esto cambió con Francisco. “El Papa saluda el debate y cree que hay que escuchar todas las opiniones”, manifestó el titular de La Alameda.
Además, expresó que Francisco sostiene la idea de que el debate por la despenalización debe acompañarse con una implementación práctica de educación sexual y acceso universal a anticonceptivos. “Esta vez la Iglesia tuvo una posición mucho mejor que en tiempos anteriores, donde se oponía a que el tema se tratara. Ahora no sólo apoya el debate, sino que da su punto de vista”, señaló Vera.