El diplomático peruano Javier Pérez de Cuéllar, único iberoamericano que ocupó la Secretaría General de la ONU, celebró este domingo su centenario en su casa de Lima, donde recibió la felicitación de numerosas personalidades.
Pérez de Cuéllar desempeñó ese cargo entre 1982 y 1991, y a poco de asumir tuvo una decisiva participación en el desenlace de la guerra de las Malvinas entre la Argentina y el Reino Unido.
También intervendría en el fin de las guerras entre Irán e Irak, en 1988, y del Golfo Pérsico, en 1991, así como en la liberación de rehenes del grupo islámico Hezbolá, también en 1991.
Nacido en Lima el 19 de febrero de 1920, Pérez de Cuéllar es abogado y diplomático de carrera -retirado desde hace años-, lo que lo llevó a ser embajador en Suiza, la Unión Soviética, Polonia, Venezuela y la ONU, y vicecanciller.
En 1995 fue candidato a presidente pero no pudo evitar la reelección de Alberto Fujimori y, tras la caída de este, fue canciller y jefe de gabinete del gobierno de transición del mandatario Valentín Paniagua (2000-01).
El presidente Martín Vizcarra lo definió en Twitter como un «peruano ilustre de impecable trayectoria dedicada al servicio del Perú y de la
comunidad internacional», y agradeció su «legado», que «sigue vigente».
«En la ONU recurrimos a su ejemplo como inspiración y estamos profundamente agradecidos por sus numerosas contribuciones y logros», afirmó por la misma vía el actual secretario general de la ONU, el portugués António Guterres.
Asimismo, el canciller peruano, Gustavo Meza Cuadra, lo calificó como «peruano universal, referente y orgullo del servicio diplomático de la república y de la diplomacia mundial» que «invirtió su talento con desprendimiento para forjar consensos políticos de la mayor relevancia», en un artículo publicado en el diario limeño El Comercio.
