Un auto Mercedes Benz B200 que transportaba en un doble fondo más de 32 kilos de cocaína desde Paraguay hasta Santa Fe fue incautado en Clorinda, Formosa, en diciembre de 2015. Allí detuvieron a un policía santotomesino, por entonces de 30 años, y a un comerciante santafesino, de 40, quienes quedaron a disposición de la jueza federal Nº 1 de Formosa, Claudia Fernández. Fuentes federales dijeron que ese mismo auto había cruzado el paso fronterizo otras nueve veces; el conductor en esas ocasiones, según quedó asentado en el paso fronterizo, fue otro suboficial de la Policía provincial y hermano de un ex jefe de Drogas Peligrosas de Santa Fe. Este uniformado es socio en la firma Distinción SRL de un rosarino que, por su parte, comparte otra empresa –Paz SRL– con integrantes de la familia de Luis Alberto Paz, el empresario que sonó en las últimas semanas como sospechoso en el juicio por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero y en el ataque contra las combis penitenciarias que llevaban a los tres acusados por ese asesinato, el martes 21 de marzo, quienes fueron absueltos ocho días después. Estos dos policías son la punta del ovillo que la Justicia federal de Santa Fe intenta desentrañar para determinar si Paz tiene vínculos con el narcotráfico y si pudo haber lavado activos, dijeron voceros provinciales. En este sentido, el diputado Carlos del Frade denunció la presunta relación de Paz con la venta de drogas y pidió que se determine si un barrabrava de Colón preso en Coronda pudo estar detrás de la agresión armada en vinculación con el empresario. En tanto, Luis Paz se presentó finalmente a prestar declaración informativa –bajo sospecha leve– ante la jueza Delia Paleari el jueves pasado en el caso Cantero: dijo que no tenía motivos para mandar a matar al Pájaro, pese a que no le gustaba que fuera el novio de su hija Mercedes; también dijo saber que la banda de los Monos no ejecutó a su hijo Martín, alias Fantasma y asesinado ocho meses antes que el Pájaro. Añadió que los dos sicarios de su hijo estaban muertos y quien encargó ese crimen, preso.
El secuestro de la droga en la frontera con el Paraguay se produjo el 12 de diciembre de 2015 cuando personal de Gendarmería Nacional detuvo la marcha del conductor de un Mercedes Benz B200 en el control caminero de Fermín Rolón, sobre la ruta 11, a la altura de Clorinda, provincia de Formosa. La requisa se hizo luego de que un perro de Gendarmería detectara el olor a cocaína. Tras sacar un chapón que hacía de doble fondo, los uniformados hallaron 32 paquetes, los cuales llegaron a un peso total de 32,574 kilogramos de dicha sustancia. Cuando fueron detenidos, el conductor se presentó como un policía oriundo de Santo Tomé mientras que su acompañante dijo ser un comerciante con domicilio en el barrio Chalet santafesino. Pasaron 72 horas y la jueza federal Fernández indagó a la dupla. En esa instancia, el empresario del rubro supermercados desligó al policía, ya que dijo haberlo contratado por su servicio de custodio y chofer, como contó en su momento la que era su abogada defensora, Hilda Knaeblein. La defensora explicó que luego de que el policía fuera procesado apeló la resolución, y en esa instancia dejó de ser su abogada en la causa penal, pero continuó con la apelación en el trámite administrativo de su exoneración. Por aquel tiempo, el comerciante contó que había contratado al policía el jueves previo a realizar el viaje, cuando se encontraron en un complejo deportivo de Santo Tomé, y que el uniformado accedió aprovechando que se encontraba haciendo uso de su licencia anual.
Lo cierto es que el expediente tomó trascendencia en los medios y quedó como el primer caso en el que en 24 horas el Ministerio de Seguridad provincial pidiera la destitución directa de un policía detenido en flagrancia. Esta solicitud está en trámite, ya que fue apelado por la abogada Knaeblein. En dicha oportunidad, fuentes del Ejecutivo indicaron que el uniformado había estado en disponibilidad por una tentativa de extorsión de 2011. Al momento de su detención estaba en uso de licencia desde un mes antes y se había ordenado su pase a la comisaría 25ª de barrio El Pozo.
La conexión
Fuentes federales indicaron que ese Mercedes Benz B200 es el mismo que había cruzado ese paso fronterizo de Clorinda nueve veces y quien quedó asentado como conductor es otro suboficial domiciliado en Santo Tomé. Según esta versión, se trata del hermano de un ex jefe policial de la entonces Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop). Este suboficial, identificado como Edgardo Oscar B., es socio de Emanuel Maximiliano G. en la empresa Distinción SRL. Esta sociedad, cuyo gerente es el suboficial, tiene domicilio legal en República de Irak al 3600 de Santo Tomé y se encarga de servicios de grúa y remolques a nivel nacional e internacional. Además, tiene habilitado desde mayo de 2014 la reparación de vehículos y la importación, exportación y comercialización de equipamientos, accesorios y repuestos de dichos rubros.
Polirrubro
Emanuel G. tiene domicilio en barrio Las Delicias de Rosario y es el nexo con el clan Paz. La empresa Paz SRL se creó en 2011 con dirección en zona sur (Savio al 1900) y en sus comienzos estuvo integrada por las hijas de Paz: Mercedes, de 28 años, y Belinda, con su madre Ana María F. Esta empresa se formó con el objeto de trasportar mercaderías, realizar fletes, compra y venta de cereales, animales en pie, faenamiento de animales para terceros y propios. La gerenta era Belinda, quien por entonces tenía 20 años.
En 2013, a Paz SRL se incorporaron con camiones como patrimonio tres integrantes de la familia G. Fue así que Emanuel G. aportó un camión Mercedes Benz LS 1634, Fernando Andrés G. puso otro, un Fiat 190.30 de 1997 y Beatriz María del Luján G. un semirremolque Montenegro SBE 2010. Por ese tiempo, Paz SRL también comenzó con la instalación y reparación de ascensores y montacargas con una oficina en Humberto Primo 2400, en el barrio porteño de San Cristóbal –también, según este registro, opera en Rosario en la casa de calle Savio–.
La familia Paz también registró en 2014 otra SRL, bajo el nombre La Nueva Esperanza, con domicilio en Rivadavia al 2800, en la zona céntrica de la capital provincial. Su gerente también es Belinda y tiene una amplia gama de actividades. La principal es la venta al por menor de electrodomésticos, artefactos para el hogar y equipos de audio y video, la venta al por menor de equipos de uso doméstico en comercios especializados junto a la reparación de automotores y motocicletas. A su vez, las secundarias son invernada de ganado bovino, cría de anímales, agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca.
Las hijas y la esposa de Paz figuran como comerciantes y no sólo forman parte de las firmas sino que poseen sus habilitaciones fiscales para actividades como particulares. Ana María F. tiene 54 años y en 1991 se inscribió con la dirección de Savio al 1900 para los servicios del transporte automotor de pasajeros –taxis y remises y alquiler de autos con chofer–, el cual incluye radiotaxis. En este mismo rubro, idéntica dirección aportó seis años después Luis Paz cuando, en 1997, obtuvo su Cuit y, tal como contó al declarar ante el magistrado Juan Carlos Vienna, cuando se presentó por el crimen de su hijo Martín “Fantasma” Paz –causa que derivó en pesquisa por asociación ilícita contra el clan Cantero–, consiguió la chapa de un taxi (ver recuadro). Es la única sociedad donde aparece registrado: el jueves pasado, el declarar ante Paleari, dijo haber hecho plata con una carnicería y como mánager de boxeo y reconoció que su hijo Martín era “prestamista”.
La gerenta de estas sociedades comerciales, Belinda, tiene como actividad particular asesoramiento, dirección y gestión empresarial junto a los servicios a profesionales, científicos y técnicos, mientras que su hermana, Mercedes, una consultoría en informática. Esta joven fue la última pareja del Pájaro Cantero y al declarar como testigo ante la Justicia dijo cuidar niños –en ocasión del crimen de Walter Cáceres, en 2010, cuando Cantero estuvo acusado por el crimen– y ser manicura –en la causa por el homicidio del Pájaro–. Emanuel G. y su socio, el suboficial Edgardo B., tienen la misma categoría en asesoramiento que Belinda. A los hermanos G. se agrega un nuevo Cuit para la venta al por mayor de abonos y productos químicos de uso agrícola, fertilizantes y plaguicidas. Por su parte, Fernando G., de 25 años, agregó el rubro de reparación de autos y de motocicletas.
Marihuana y los Lagartos
Tras el crimen de su hijo Martín, ocurrido el 8 de septiembre de 2012 en Entre Ríos y 27 de Febrero, Luis Paz se presentó como testigo ante juez Juan Carlos Vienna, con quien luego sería fotografiado en una velada boxística en EE.UU. El hombre dejó asentado que tenía un taxi. Dos años más tarde, la Policía provincial irrumpió en un galpón de Caupolicán 332 y detuvo a un muchacho con dos armas en su poder. En los fondos, encontraron un taxi Renault Logan RA 1888 patente KZG 686 con documentación a nombre de Luis Paz. “Por ese auto, se presentó el personal de la sección Automotores a fin de identificar correctamente el vehículo, informando que sobre el mismo no pesaba pedido de secuestro”, dijeron entonces fuentes policiales.
En ese mismo lugar había sido hallada en 2011 una camioneta con 170 kilos de marihuana y fueron detenidos cuatro hombres, entre ellos el transportista paraguayo de la llamada banda de Los Lagartos. La Policía dijo que entró al lugar debido a que se había accionado la alarma y halló en un vehículo 170 kilos de marihuana. La banda de Víctor Hugo Grgicevic y su hijo Víctor Fabián sufriría otro golpe el 12 de mayo de 2014, cuando transportaba 20 kilos de cocaína por la autopista Santa Fe-Rosario y terminó desbaratada.