Natasha Spiatta no pasa desapercibida. Sus decisiones tampoco. Es una de las jugadoras más dominantes en el certamen femenino de la Rosarina, con la capacidad de potenciar a un equipo hasta convertirlo en candidato.
La experimentada jugadora surgida en Ben Hur, con extenso recorrido en el básquet nacional y en el seleccionado argentino había anunciado semanas atrás que no iba a continuar en la BH para esta temporada. Y en la noche del martes llegó la confirmación de su arribo a Náutico, lo que es todo un notición para el elenco de la ribera y un nuevo mapeo obligado al certamen 2024.
“Hacía un tiempo que ya venía pensando en este cambio. No fue una decisión de un día para el otro”, le contó Spiatta a El Ciudadano una vez que se confirmó la noticia de su determinación entre las propuestas que tenía.
“La posibilidad de jugar en Náutico surge después. Y me decidí por el club en principio por Adrián Levioso y mi compañera y amiga Cintia Carrasco. Y también porque al equipo lo conozco de haberlas enfrentado, tienen frescura, juventud, intensidad, y un combo de características que me entusiasman para el cambio que busco en lo personal y grupal”, explicó Spiatta, múltiple campeona con Ben Hur y protagonista de competencias locales, provincial y nacionales con el equipo en el que se hizo conocida antes de pasar a Unión Florida ya años atrás.
Y los desafíos parece que serán varios: “Tanto el cuerpo técnico como las jugadoras nos vamos a preparar para competir y buscar buenos resultados. Tengo entendido que jugaremos los torneos que podamos. Náutico es un club presente en las competencias locales y nacionales”.
Si bien Spiatta trabajo con tiempo la determinación de la salida de Ben Hur, no fue algo sencillo de transitar. Sus palabras emocionan, relatan una historia sentida y sólo conocida por aquellos que la acompañaron desde muy chica: “La despedida de Ben Hur en lo personal fue un antes y un después. Con mi familia tenemos mucha historia y años en el club; mi papá fue uno de los que trabajo para el cambio estructural, el techo, las paredes, la cancha de parquet. Y también fue uno de los fundadores del femenino. A veces se demoraba un poquito en comprar zapatillas a mi hermana y a mí, pero seguía poniendo plata para el club. Ben Hur era la pasión de mi hermana, mi mamá, mi papá y la mía. Y nuestra casa… íbamos de lunes a lunes. Hoy me llena de orgullo todo lo vivido y hecho”.
“Además que mis amigas, y muchas otras personas que conozco hace más de 25 años por el club, hoy siguen formando parte de mi vida. Así que bueno, en lo deportivo no lo sentí difícil, por lo que representa Náutico hoy en día. Pero en lo emocional sí”, reflexionó la talentosa jugadora, flamante refuerzo del elenco de la ribera.
Bomba del mercado de pases femenino en la Rosarina. Y esto recién arranca.
