El fenómeno climático «El Niño» no será fuerte sino moderado pero durará más que lo previsto, ya que sus condiciones en el Pacífico ecuatorial se estabilizaron al nivel de un evento moderado y no tendrá la intensidad fuerte proyectada hace un mes atrás, según indicó la Bolsa de Comercio Rosario. De esta manera el fenómeno se extenderá hasta mediados de 2024.
No obstante, aclaró la entidad, su acción ya empieza a sentirse en la región central de Argentina con eventos de lluvias recurrentes y a cada semana con mayor volumen y cobertura.
El consultor Alfredo Elorriaga explicó que “en septiembre, las anomalías positivas se debilitaron en el Pacífico oriental; y a mediados de octubre de 2023, las condiciones de El Niño en el Pacífico ecuatorial centro-oriental se han estabilizado al nivel de un evento moderado».
“Esta disminución de la intensidad del evento probablemente se verá reflejada en anomalías pluviales menores a las estimadas con las proyecciones de agosto 2023 que consideraban un Niño Fuerte”, completó.
Pero los nuevos pronósticos estiman una continuación del evento de El Niño durante el resto de la primavera, verano y principios del otoño de 2024, cuando se esperaba una rápida declinación del evento y que el Niño terminara en febrero/marzo.
En julio GEA / BCR estimaba un “Niño fuerte”, con lluvias superiores a la media en octubre en un rango de 30 a 40%.
Finalmente, en octubre se desarrolló un Niño Moderado, con circulaciones frías y secas que recién en la última semana del mes comenzaron a disminuir, permitiendo lluvias con mayores volúmenes y una distribución más homogénea.
De esta manera, la región núcleo, en promedio, termina el mes alcanzando la media de octubre y puntualmente con casos que la superan.
Para el trigo sembrado en la región núcleo, las lluvias llegan muy tarde y se estima que solo el 20% del millón de hectáreas sembradas obtendrá rendimientos que generen un beneficio económico.
Por último, la BCR pronosticó para el inicio de noviembre un evento de similar importancia en volumen respecto a las últimas lluvias del fin de semana, que darían el puntapié inicial a la siembra de soja 2023/24.