El trabajo dignifica. La lucha por conservarlo también. Desde el año pasado, cientos de trabajadores se organizaron y pelean en conjunto para sostener las fuentes de trabajo, ante los despidos y cierres de fábricas e industrias. Algunos lo lograron, como en el caso de Mefro, que después de meses de negociación consiguieron reabrir las puertas. Otros, como los 350 suspendidos de General Motors, siguen en pie de lucha.
En la jornada de este lunes, estos trabajadores se autoconvocaron y organizaron un festival para celebrar el 1º de Mayo y visibilizar la situación de conflicto que afecta a 350 empleados de la firma. El Parque Nacional a la Bandera fue el escenario del festival musical que comenzó pasado el mediodía y culminó a las 19 horas. Hubo recitales de rock, venta de comida y una colecta para un fondo de huelga. Durante el evento, los trabajadores juntaron firmas entre los propios empleados para destituir el cuerpo de delegados. “Creemos que si hubiera más delegados o una dirección que dependa de los trabajadores esto no estaría sucediendo”, señaló a El Ciudadano, Germán Tolero, el único delegado de General Motors que se negó a firmar el acuerdo por el cual suspendieron a 350 trabajadores hasta el mes de noviembre.
En lucha
“Abajo el acuerdo”, pedía una bandera pintada en aerosol sobre el pie del escenario. Arriba, la consigna “No a las suspensiones ilegales”, que se repite en cada movilización. Dos meses después de la firma del convenio que daba inicio a las suspensiones, los trabajadores siguen pidiendo la nulidad del acuerdo.
“La idea es seguir difundiendo la situación de los 350 despidos encubiertos por el acuerdo entre la empresa y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata). En este día tan importante nos parece que la mejor manera de conmemorar al trabajador es haciendo este festival para visibilizar nuestra situación”, señaló Tolero.
El delegado advirtió que el conflicto sigue sin resolverse. Cerca de 50 suspendidos arreglaron un monto de indemnización con la empresa. Los 300 restantes siguen reclamando volver a sus puestos de trabajo. Según indicó Tolero, desde Smata prometieron reincorporaciones a partir de mayo, pero hasta el momento no hubo novedades de parte la empresa. Mientras tanto, los trabajadores recolectaron firmas para destituir al cuerpo de delegados.
“El sindicato se tiene que poner a la cabeza de la lucha. No puede aceptar los 350 despidos encubiertos”, comentó Tolero. El trabajador advirtió que el mes próximo ya comenzarán a percibir el 65 por ciento del salario, sin aportes, ni obra social.
“Desde el Ministerio de Trabajo de la provincia se lavaron las manos. Nos dijeron que el tema correspondía a Nación. Fuimos a hablar con el ministro (Jorge) Triaca. Nos dijo que sabía lo que sucedía pero no podía intervenir. Dijo que quería ver qué pasaba entre la fábrica y el gremio, pero nada en concreto”, expresó Tolero y agregó: “El hecho de que no hagan nada es parte del plan que sufrimos los trabajadores”.
Tolero adelantó que continuarán con las movilizaciones para visibilizar el conflicto a nivel nacional. Una de las propuestas es visitar a los trabajadores de Sancor –también en conflicto por suspensiones y posible cierre– para unificar las luchas.
“Tenemos que estar unidos en contra de este plan de ajuste que se vive a nivel nacional, con despidos y suspensiones”, concluyó el delegado.