Central ganó el Clásico, eliminó a Newell’s de la Copa Argentina y se ilusiona con ser finalista. Como el jueves el encuentro fue a puertas cerradas, este domingo fue el turno del festejo con sus hinchas. Y la fiesta fue Gigante.
Banderas azules y amarillas en cada rincón del estadio, humo de color cuando salió el equipo al campo de juego y un apoyo total al equipo de Edgardo Bauza.
En el trayecto al banco de los suplentes, el entrenador Edgardo Bauza, ídolo indiscutido como futbolista, recibió un aplauso cerrado, en señal de renovación de crédito a pesar de la campaña del equipo en la Superliga, que respondió con saludos y besos a la distancia.
Fueron minutos de pura fiesta. De pura alegría. De desahogo tras lo vivido por los hinchas a la distancia. Central armó una fiesta en la previa con un Gigante que rebalsó de pasión.
https://youtu.be/K41KsvhhaJg