El fiscal Aquiles Balbis llegó a los Tribunales de San Lorenzo al mediodía para asistir a la lectura del fallo de la condena contra Norberto Chamorro por delitos sexuales, en una causa cuya investigación le tocó llevar adelante. Recorrió los 150 metros que separan a la sede de Fiscalía con el edificio del sistema judicial de San Lorenzo con gesto cabizbajo, acompañado por una asistente. Pocas horas antes habían atentado contra su auto particular, estacionado ayer cerca del edificio del Ministerio Público de la Acusación. Un desconocido le arrojó un líquido corrosivo a su automóvil y fugó. Su colega Carlos Ortigoza investiga la intimidación.
Durante la mañana, Balbis permaneció reunido en Fiscalía con efectivos de la Policía de Investigaciones de la Unidad Regional XVII y con el propio Ortigoza. Fuentes consultadas indicaron que el encargado de investigar el mensaje intimidatorio hacia Balbis mandó a analizar las imágenes registradas por las cámaras de seguridad para identificar al responsable del hecho. También refirieron que el sujeto en cuestión pasó encapuchado por la zona en donde estaba estacionado el auto del fiscal para consumar el ataque.
«Yo no llevo el caso», se excusó Balbis cuando fue abordado por los medios de comunicación. Subió rápidamente las escalinatas de Tribunales rumbo a la audiencia final del juicio contra Chamorro. Mientras tanto, informaron que el fiscal Ortigoza mandó a revisar las imágenes de las cámaras de videovigilancia a peritos de la Policía Federal.
Balbis investiga diversas causas que adquirieron conocimiento público. Entre ellas la que acusa al ex jefe policial de la Alcaidía de San Lorenzo por siete casos de exacciones ilegales (cuando un funcionario público solicita sumas de dinero a cambio de una contraprestación ilícita) y tres hechos de incumplimiento de deberes de funcionario público. El pasado lunes, Balbis peticionó que se extienda la prisión preventiva por 60 días para el comisario José Budiño, acusado de pedir coimas a los detenidos para conceder mejores condiciones de alojamiento en celdas vips de la sede de Jefatura, según la investigación.
