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El FMI apura a Estados Unidos

La titular del organismo de crédito internacional llamó a los congresistas estadounidenses a lograr un acuerdo “inmediatamente” para evitar un default que pódría afectar “muy en serio” la economía mundial.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, apuró ayer a los congresistas estadounidenses a llegar a un acuerdo “inmediatamente” sobre el techo de la deuda, ante los peligros de un posible default del país norteamericano. En este sentido, alertó que una posible cesación de pagos de Estados Unidos afectaría al mundo entero.

La incapacidad del Congreso de Estados Unidos para aumentar el techo de endeudamiento antes del 2 de agosto,  la fecha límite en la que el país entraría en cesación de pagos, tendría un impacto de largo alcance no sólo para la economía estadounidense sino para la de todo el mundo, declaró ayer la titular del FMI.

En una conferencia del Consejo de Relaciones Exteriores del organismo, realizada en Nueva York, Lagarde resaltó con preocupación que la falta de acuerdo provocaría una suspensión de pagos por parte del gobierno de Estados Unidos, lo que implicaría “un evento muy, muy serio” para el mundo entero.

La ex ministra francesa de economía urgió por ello a los legisladores estadounidenses a que logren un acuerdo para aumentar el techo de la deuda del gobierno de Estados Unidos, que actualmente es de 14.3 billones de dólares, “tan rápido como sea posible”, clamó la jefa del FMI.

“Sobre el techo de endeudamiento, el reloj sigue su marcha, y claramente es un asunto que necesita ser resuelto inmediatamente”, aseguró Lagarde quien sucedió al también francés Dominique Strauss Kahn al frente del FMI.

El llamado de Lagarde, quien apenas hace tres semanas fue nombrada directora gerente del FMI, ocurrió en medio de un estancamiento en las negociaciones para incrementar el techo de la deuda entre el presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, y legisladores del Partido Republicano.

Actualmente hay dos planes para aumentar el límite de la deuda y reducir al mismo tiempo el déficit fiscal estadounidense, aunque ninguna de las posiciones cuenta con el apoyo suficiente para ser aprobada en el Congreso.

En ese sentido, Lagarde no se pronunció sobre ninguno de los planes, aunque advirtió que recortes al gasto “indebidamente apresurados” podrían afectar el ritmo de la recuperación de la economía y debilitar la generación de empleos en Estados Unidos.

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