La economía argentina tendrá una caída promedio de 5,7% del PBI en el 2020, a raíz de la pandemia del coronavirus, y podría recuperarse 4,4% en 2021 si logra controlar el brote y recuperar el nivel de actividad económica en los últimos meses del año, estimó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo multilateral dio a conocer sus proyecciones sobre la economía mundial a través de la presentación de su tradicional informe semestral World Economic Outlook, que lleva como título «El Gran Aislamiento» (The Great Lockdown, en inglés). El título alude a la situación de aislamiento y de parate que enfrenta la economía mundial a causa de la pandemia de coronavirus.
El informe suele presentarse en la previa de la clásica reunión de la primavera boreal que el FMI organiza junto con el Banco Mundial, que este año por primera vez tendrá un carácter íntegramente virtual, a raíz de las circunstancias que impone la pandemia.
En base a las proyecciones del FMI, América del Sur -medida como región- registrará este año una caída promedio de 5%. Por países, la proyección indica que la Argentina retrocederá 5,7%; Brasil, 5,3%; Chile, 4,5%; Perú, 4,5%; Uruguay, 3%; y Paraguay, 1%. El reporte, que fue presentado por la economista jefe de la entidad, Gina Gopinath, proyectó, la economía global una caída de 3%.
El FMI subrayó que el informe completo del organismo recién se conocerá en mayo próximo, ya que el actual contiene una extensión menor a la usual, y una cantidad de datos sin analizar. En el caso particular de la Argentina, el informe no contiene datos sobre la proyección de inflación promedio anual y de cuenta corriente, entre otras variables.
Al ser consultado sobre este último punto, un vocero del FMI indicó a Télam que «por motivo de las negociaciones de la deuda en curso con los acreedores privados, se excluyen de la edición de abril 2020 del WEO las proyecciones fiscales, de deuda, servicio de deuda (interna o externa) y de inflación».
«Una vez concluido el proceso, se espera reanudar la publicación de dichas variables», expresó, e hizo alusión a que países como Líbano, que se declaró recientemente en default y del cual el Fondo prevé una recesión de -12%, se encuentra en una situación similar en cuanto a los datos publicados.
En cuanto al nivel de desempleo, el FMI prevé para la Argentina que subirá en un 1,1 punto porcentual esta año, con lo que se ubicaría en 10,9%. En el caso de Brasil, la tasa de desocupación escalaría casi hasta el 15%.
El impacto del Covid-19 es tan grande que hace apenas cuatro meses, en enero último, cuando se realizó una actualización del WEO, el FMI creía que la economía mundial iba a crecer 3,3%. El contraste es fenomenal debido a que en base a las nuevas previsiones, se derrumbará 3% en 2020.
En este contexto, las mayores economías del mundo, como la Eurozona y Estados Unidos, sufrirán un fuerte vuelco a raíz del aislamiento, con una caída en de 7,5% y 5,9%, respectivamente. En cambio, China y la India son de los pocos países del mundo que crecerán en el 2020, con un alza del PBI esperada de 1,2% y 1,9%, respectivamente.
«Es muy probable que este año la economía mundial experimentará su peor recesión desde el Gran Depresión, superando lo visto en la crisis financiera hace una década; The Great Lockdown (el gran cierre, aislamiento), como se podría llamar, se proyecta que reducirá el crecimiento global dramáticamente», dijo Gopinath a través de una teleconferencia con sede en Washington.
Para 2021, la recuperación permanecerá «por debajo de la tendencia anterior al virus, con una considerable incertidumbre sobre la fuerza del rebote», siempre que se logre controlar la pandemia y no haya un rebrote el año próximo, porque de lo contrario las caídas serán mayores, aclaró Gopinath durante la conferencia de prensa
Gopinath solicitó «cooperación internacional» para al menos dos cuestiones: por un lado, además de compartir equinos y experiencia, pidió que «un esfuerzo global debe asegurar que cuando se desarrollen terapias y vacunas para Covid-19, tanto las naciones ricas como las pobres tengan acceso inmediato».
Asimismo, la economista jefe del FMI expresó que «la comunidad internacional también necesitará intensificar la asistencia financiera para muchos mercados emergentes y economías en desarrollo; y para aquellos que enfrenten grandes repagos de deuda, una moratoria o una restructuración de la deuda podrían ser necesarios», no sin antes afirmar que «esta crisis es como ninguna otra».
En este sentido, este martes «el G7 dio a conocer acciones para promover el alivio de deuda de los países más pobres y ayer la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, anunció que el organismo trabaja para el alivio de deuda de los 24 países más pobres; en el mundo crece la idea de que recibirán cierto alivio, de forma temporal o permanente», agregó.
Por su parte, el director del Departamento de Mercado de Capitales y Monetario,Tobías Adrian, durante la presentación del informe de Estabilidad Financiera Global, consignó que lo mercados emergentes tuvieron en sólo tres meses salidas récords de capitales por más de 100.000 millones de dólares.
«Las economías de los mercados emergentes y fronterizas se enfrentan a la tormenta perfecta», advirtió Adrian, quien especificó que muchos países emergentes enfrentan restricciones fiscales, de caída del precio de los commodities y de exportaciones, con lo que se encuentra más expuestos para enfrentar la pandemia y acomodar sus sistemas de salud y repagar sus deudas.